Apostol

Un bebé de seis meses le ríe al Camino de Santiago

01 agosto 2010 / Mundicamino

Los canadienses Chantal y Jean-Berchmans peregrinan desde Saint Jean con la mejor compañía, la de su pequeño Mickaël.

Cumplió los seis meses haciendo el Camino de Santiago. Ayer por la tarde, el bebé Mickaël dormía plácidamente en el albergue de O Cebreiro, acompañado por sus padres, Chantal Lacombe y Jean-Berchmans Poulin, que lo miraban embelesados. Son de Canadá. «Tiene seis meses, pero parece más grande», aseguran. Ciertamente, lo parece. Bien alimentado (Chantal le da el pecho) y muy bien cuidado. Sonríe apenas se despierta. Y los que saben de esto, se darán cuenta que tal cosa no es lo más frecuente. Viaja en una silla (que pesa unos 21 kilos, más o menos) a lomos del padre. Cargan con pañales, cremas para las rozaduras y todo lo que el pequeño pueda llegar a necesitar.

Salieron de Saint Jean Pied de Port (Francia) el 9 de julio. Hacen una media de entre 15 y 22 kilómetros al día, siempre por la mañana y evitando el intenso calor. «No sería bueno para el bebé», explica Jean-Berchmans en un buen español. Por eso, por las altas temperaturas de la meseta, desde Burgos hasta León decidieron viajar en autobús. Para el papá, este está siendo su tercer Camino: lo hizo en el 2008, solo, también desde Saint Jean; en el 2009, con Chantal embarazada; y, ahora, 2010, con el bebé de ambos, «para que conozca España». Van viendo cómo crece y cómo, día a día, despiertan sus sentidos: «Desde su silla, observa todo, los paisajes, la gente». Sonríe constantemente.

Peregrinan porque «adoramos este Camino», porque es una terapia, desechando preocupaciones y conociendo personas «interesantes». La mejor escuela. Reflexionan que quizás el pequeño no se acuerde más tarde de la experiencia, pero que las sensaciones de lo que ahora está viviendo, en cierto modo, sí le estarán llegando adentro. Mientras andan, le cantan. Son mensajes enviados entre líneas: si los sientes, los captas y, si los respondes, habrá felicidad. Y ellos son felices. Mucho.