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Las entradas a Burgos y el acceso a Puente de Villarente (León), principales puntos críticos del Camino Francés en Castilla y León

14 agosto 2010 / Mundicamino

Puntos críticos del Camino Francés en Castilla y León Las entradas a Burgos y el acceso a Puente de Villarente (León), principales puntos críticos del Camino Francés en Castilla y León.

Las asociaciones jacobeas regionales reclaman que se construyan andaderos en los tramos en los que los peregrinos deben caminar por carreteras

El Camino Francés a su paso por Castilla y León se encuentra en líneas generales en buen estado para ser transitado por los peregrinos, aunque existen algunos puntos conflictivos, la mayoría en tramos en los que los romeros deben andar por carreteras y convivir con los coches, con el peligro que ello conlleva.

Las asociaciones jacobeas de esta ruta que atraviesa la región de este a oeste, pasando por las provincias de Burgos, Palencia y León, coinciden en que los dos puntos más críticos del Camino Francés son los accesos a la capital burgalesa, donde a la mala señalización se une un tráfico muy intenso, y el puente sobre el río Porma a la entrada de la localidad leonesa de Puente de Villarente, con aceras muy estrechas y paso continuo de coches y camiones.

Asimismo, destacan la necesidad de crear andaderos en las zonas en las que los peregrinos aún deben caminar por carreteras, como entre Hontanas y Castrojeriz (Burgos), El Ganso y Rabanal del Camino (León), y Ambasmestas y Las Herrerías, en El Bierzo (León).

Otros puntos problemáticos son el largo tramo entre las localidades palentinas de Carrión de los Condes y Calzadilla de la Cueza, sin ninguna sombra bajo la que resguardarse, o el comienzo de las dos variantes a la salida de La Virgen del Camino (León), con indicaciones contradictorias.

Burgos

Las dos entradas del Camino Francés en la capital burgalesa, por los barrios de Gamonal y Capiscol, son los puntos más conflictivos de la ruta jacobea a su paso por la provincia de Burgos. El presidente de la Asociación local de Amigos del Camino de Santiago, Jesús Aguirre, aseguró que el itinerario en la provincia se encuentra, en general, en “buen estado” aunque apuntó que sería necesario “mejorar la señalización” en los accesos a la ciudad, algo en lo que comentó que también están de acuerdo los dos consejos de barrio.

“Son zonas industriales y áridas, que tuvieron una expansión un poco desordenada en los años 60 y 70 del siglo XX, lo que las hace ser un poco conflictivas, ya que el peregrino tiene que convivir con un importante tráfico”, sobre todo en lugares como la rotonda situada a la entrada de la ciudad viniendo de la carretera de Logroño y que comunica con el aeropuerto, explicó.

Asimismo, debido a la lejanía de la entrada de Burgos con el casco urbano histórico, Aguirre pidió que se establezca en Gamonal un punto de información y centro de interpretación del itinerario jacobeo, que sirva como “lugar de reposo para el peregrino” y también para que éste reciba “información de lo que se va a encontrar en la ciudad”.

Por otra parte, Aguirre también mostró su “preocupación” por el trazado que se elija para la futura autovía entre Burgos y Logroño. “Sabemos que es una infraestructura necesaria, pero debe ser respetuosa con el Camino de Santiago al igual que con otros puntos como la sierra de Atapuerca”, señaló.

Por otro lado, el presidente de la asociación jacobea de Burgos consideró que sería bueno “facilitar andaderos” en algunos tramos de la ruta en la provincia, como entre Hontanas y Castrojeriz o entre la ermita de San Félix de Oca y la localidad de Villafranca Montes de Oca, “para evitar que los peregrinos caminen por la carretera y reducir así el peligro”. “Son tramos que no tienen mucho tráfico de vehículos, pero todo lo que sea prevenir y mejorar es bueno”, concluyó.

Palencia

Durante años, el talón de Aquiles del romero a su paso por Palencia fue el tramo de Frómista a Carrión de los Condes (19,25 kilómetros), donde no había más remedio que compartir el asfalto con los vehículos a motor. La construcción de un andadero paralelo a la carretera, el “primero” de todo el Camino Francés, solucionó el problema, como recuerda el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Palencia, Ángel Luis Barreda.

No obstante, en tierras palentinas queda una etapa que combina a la vez dureza y belleza, y en la que “la monotonía de Castilla” revela toda su árida hermosura, oculta a los ojos de quien no se fije demasiado. De Carrión a Calzadilla de la Cueza discurre un camino de 17 kilómetros “sin sombras” y totalmente plano, que pone a prueba la resistencia física del caminante que se atreva a cruzarlo con el sol estival demasiado alto y poca agua en la cantimplora. El tramo, como apuntó Barreda, constata que “lo más complicado” de la ruta a Compostela “no es siempre ascender una montaña”.

De noche, sin embargo, el mismo recorrido es mucho más practicable y permite observar en todo su esplendor las estrellas de la Vía Láctea, ahogadas por la iluminación de las grandes ciudades, señaló el presidente de la asociación jacobea palentina, quien recomendó el tramo de Carrión a Calzadilla para los amantes “de la aventura” y para espíritus sensibles que disfruten de la contemplación de las estrellas durante un paseo nocturno. “Puestas así, con el sol hundiéndose en el ‘mar de Castilla’, sólo se ven en Finisterre”, añadió.

Etapas como ésta hacen que Barreda aconseje a los caminantes no caer en la tentación “de subirse al autobús en Burgos y bajarse en León”, porque con ello solo conseguirán “perderse una parte del paisaje y llevarse una idea incompleta, errónea, de lo que es el Camino”.

León

El puente sobre el río Porma que deben atravesar los peregrinos para entrar en la localidad de Puente de Villarente, a menos de 15 kilómetros de la capital leonesa, es el punto más crítico del Camino Francés a su paso por la provincia de León, según los responsables de las asociaciones jacobeas de la capital, de Astorga y de El Bierzo.

La presidenta de la agrupación Pulchra Leonina, Beatriz Gallego, destacó que por el puente discurre la carretera N-601 (León-Valladolid) que soporta un intenso tráfico de todo tipo de vehículos, que esperan que se reduzca cuando entre en funcionamiento la autovía entre ambas ciudades, que ya está en construcción.

“Las aceras son muy estrechas y llega un momento en el que no hay ni arcén por el que ir andando, es muy peligroso porque te puede llevar un coche por delante”, aseguró Gallego, quien comentó que no se puede realizar ninguna mejora para el paso de peregrinos por el puente porque este monumento de origen medieval, que mide casi 200 metros de longitud y está construido en curva, está protegido por la Dirección General de Patrimonio.

Sin embargo, explicó que la Junta de Castilla y León se ha comprometido a construir una pasarela de madera aguas abajo para que los romeros puedan atravesar el río sin correr peligro y que, de forma temporal, la previsión es que se amplíe ligeramente el arcén en su parte final para “proteger un poco” a los caminantes.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga, Juan Carlos Pérez, apuntó que las zonas más conflictivas de la ruta en la comarca son las diversas variantes por las que el peregrino debe optar, donde suele haber indicaciones confusas e incluso contradictorias, en especial a la salida de la Virgen del Camino, y pidió a las instituciones que se encarguen de señalizar el itinerario de una manera oficial para acabar con estos problemas.

Asimismo, señaló que el último cruces con la N-120 antes de llegar a San Justo de la Vega es “peligroso” porque los caminantes deben atravesar la carretera en una curva sin visibilidad y pidió que se construya una pasarela para salvarlo porque es “el recorrido histórico del Camino y se está perdiendo por una variante que va por el campo”.

Pérez apuntó que otro punto difícil del trazado jacobeo a su paso por la Maragatería es un pequeño tramo de dos o tres kilómetros entre El Ganso y Rabanal del Camino donde no existe andadero y los romeros deben ir por el lado derecho de la carretera con los coches “casi rozándoles al pasar”.

Por lo que respecta al último tramo del Camino Francés en Castilla y León, el vicepresidente de la asociación jacobea de El Bierzo, Roger de la Cruz, destacó que no hay ningún problema “tan grave” como en Puente de Villarente, pero que los caminantes sí se encuentran con algunos “pasos dificultosos”, entre los que citó la salida de Cacabelos.

Allí el peregrino debe optar por andar por un pequeño sendero “insuficiente y que además está desnivelado” o ir por una carretera sin arcén, donde hace pocos años falleció un peregrino francés tras ser atropellado por un coche. De la Cruz propuso que se realice un itinerario por el campo para solventar esta dificultad.

Asimismo, indicó que desde Ambasmestas hasta dos kilómetros después de Las Herrerías los peregrinos deben andar por la carretera, “pegados a los coches”, y propuso que se habilite una senda junto al río. También apuntó como tramos “difíciles” la salida de Pieros y el paso por Trabadelo y La Portela de Valcarce, donde hay problemas con el tráfico.

Por último, De la Cruz pidió que se señalice la salida de Ponferrada por la calle Camino de Santiago, la antigua N-VI, porque, aunque la ruta jacobea no discurre por allí oficialmente, los peregrinos suelen optar por este itinerario porque es más corto y se encuentran con cruces de entrada y salida a la autovía sin ninguna indicación de peligro.

El vicepresidente de la asociación jacobea de El Bierzo reconoció que todas estas mejoras del itinerario hacia Compostela son “costosas”, pero incidió en que son “necesarias” tanto para garantizar la seguridad de los peregrinos como la de los propios vecinos de las localidades por las que atraviesa el Camino de Santiago.