La celebración del día mundial de esta disciplina giró este año en Ourense en torno al Camino de Santiago.
El 4 de octubre es una fecha marcada en rojo en el calendario de la arquitectura. Se celebra su día mundial. Y se celebra también a nivel local. En Ourense, la comisión de cultura de la delegación ourensana del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia aprovecha el envite del almanaque para divulgar y, de paso, rendir homenaje.
A lo largo de los últimos años ha puesto el foco en edificios singulares y, por alusiones, a los profesionales que firmaron su diseño. La importancia del río Miño o el valor del casco histórico fueron el leit motiv en 2008 y 2009. Por obra y gracia del Xacobeo, el 2010 se dedicó al Camino de Santiago. Porque la espiritualidad no es el único ladrillo con el que construye, y se reconstruye, el Año Santo. La arquitectura del camino ya se ha convertido en un concepto, que ayer fue reivindicado en Seixalbo. Y para muestra, no un botón si no dos. El pasado y el presente, haciendo un guiño al futuro.
Tradición y recuperación
Los arquitectos ourensanos señalaron ayer dos obras de la denominada popularmente Vía de la Plata. Una es reciente: la remodelación de un lavadero y un parte. La otra fue elegida por su valor histórico: la iglesia de Seixalbo.
Así, con la mirada puesta en dos momentos diferentes, se celebró una jornada divulgativa que incluyó, además, una visita al Camino Real, en Cudeiro. Allí, en el entorno de la capilla de San Marcos, los asistentes hicieron un reconocimiento de este tramo del camino.
Porque aunque ayer era un día para reconocer el trabajo de los profesionales, el mirador de la capilla se convirtió en un lugar de referencia para recordar que la naturaleza también es arquitecta.
