Apostol

Todos somos peregrinos

04 noviembre 2010 / Mundicamino

La inminente visita del Papa a Santiago desembocará, a partir del jueves, en una llegada masiva de fieles.

A dos días de la esperada visita papal todo en Santiago de Compostela anuncia lo que será una jornada histórica para la Comunidad y para los cerca de 300.000 visitantes que, se espera, recalen en la ciudad el 6-N. El frenético ritmo que se vive en la capital gallega —marcado por los preparativos de última hora y por la evidencia de los dispositivos policiales— contrasta estos días con el sosegado ir y venir de los miles de peregrinos que pueblan los alrededores de la Catedral.

Las colas para cruzar el umbral de la Puerta Santa y visitar la tumba del Apóstol superan las tres horas de espera y los hoteles de la zona hace meses que han colgado el cartel de «completo». Sin embargo, desde la Oficina de Atención al Peregrino aclaran que, por el momento, las llegadas se están realizando de un modo escalonado y que se espera que el número de peregrinos que visitan la ciudad se incremente a medida que se acerca la fecha marcada. «Esperamos que desde el jueves y hasta la misma mañana del sábado la llegada de caminantes aumente, aunque no manejamos cifras concretas» comentan. En este sentido no se descarta que muchos peregrinos se estén reservando para que su peregrinaje a Compostela coincida con el del Papa.

Las instalaciones de la Oficina de Atención al Peregrino, ubicadas a escasos metros de la Catedral, reciben en Año Santo una media de quinientos caminantes por día. Una cifra que en la temporada estival puede llegar a multiplicarse por dos. Durante el pasado mes de octubre (uno de los mejores de los últimos años) recibieron a 24.542 personas.

El perfil de estos peregrinos es muy variado —más del 35 por ciento son extranjeros— aunque sus motivaciones a la hora de realizar el Camino coinciden. Y es que, según reflejan las estadísticas, en nueve de cada diez casos las creencias religiosas son una de las razones fundamentales para hacer la ruta jacobea. Por debajo en la lista se sitúan otras motivaciones como las culturales o las espirituales.

Los más madrugadores

Conseguir un puesto para asistir a la misa oficiada por Benedicto XVI en la plaza del Obradoiro será una cuestión de tiempo y es que sólo los seis mil primeros en llegar al recinto —que se abrirá a las ocho de la mañana— lograrán una plaza. El resto de los fieles, más de 25.000, podrán seguir la homilía a través de las nueve pantallas gigantes que la Xunta distribuirá por la ciudad.

Conscientes de estas limitaciones, los miembros de la organización han diseñado un plan que divide el trayecto papal por áreas y que permitirá que los devotos puedan ver en persona al Máximo Pontífice en algún momento de su recorrido. Así, la organización ha adjudicado los diferentes tramos de la ruta que Benedicto XVI realizará en función del origen de los fieles. De este modo, las personas llegadas de fuera de Galicia contarán con un espacio reservado entre el asilo de ancianos de San Marcos —próximo al aeropuerto donde aterrizará el Papa— y el Palacio de Congresos, ya en el área urbana de la ciudad.