Los 40 figurantes que participaron en la película de Martin Sheen desfilaron con simpatía y desparpajo de estrellas casuales.
Los Cines Moderno acogen el preestreno nacional de ‘The way’.
Los Cines Moderno, de Logroño, se pusieron ayer de gala para asistir al preestreno nacional de ‘The way’, la cinta ambientada en el Camino de Santiago y encabezada por el televisivo Martin Sheen, quien «muy a su pesar» (se excusó desde Irlanda donde vuelve a rodar) no pudo estar ayer en la alfombra roja extendida en la plaza Martínez Zaporta al mejor estilo hollywodiensee. A falta de la presencia de su flamante protagonista, el ‘glamour’ y colorido lo pusieron los figurantes que participaron en el rodaje de la película, a punto de estrenarse en las pantallas de España el próximo viernes.
Los más de 40 figurantes ejercieron con naturalidad y simpatía de estrellas eventuales. Desfilaron desde Portales hasta la puerta de entrada envueltos en la luz de potentes focos y posaron en el photocall, algo arremolinados, pero con soltura y seguridad ante los continuos fogonazos de las cámaras. La proyección fue el reclamo de un buen número de periodistas que acudió a los Moderno para la presentación nacional del filme.
Los actores ‘eventuales’, entre los que se encontraban los concejales Ángel Varea e Inmaculada Sáenz, no escatimaron elogios hacia la figura de Martin Sheen. «Aprendimos mucho y fue muy atento. Nos tranquilizó y nos hizo sentirnos muy cómodos», explicaba uno de los agentes de la Policía Local que ‘arrestó’ al actor por la Ruavieja. Su compañero, algo desbordado por la expectación (900 personas asistieron al estreno en dos sesiones), también reconocía la «experiencia única vivida» y le daba cierto rubor pensar que pronto aparecerá en las pantallas de medio mundo. Mario Fraile fue otro extra y como experimentado peregrino aportó ‘un plus’ a las escenas, aunque «no creo que salga», decía.
Mientras en el interior se llevaba a cabo la celebración -enmarcada dentro del ciclo del Ayuntamiento Cine para Mayores- fuera la música de ambiente, la iluminación de la fachada y la alfombra arremolinó a un buen número de curiosos fascinados.
