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El Xacobeo maquilla la crisis del turismo rural gallego al elevar en algo más de un 9% los clientes

21 noviembre 2010 / Mundicamino

El sector prevé perder ingresos pese al alza apuntada por la estadística.

Los algo más de 152.600 viajeros que pasaron por los establecimientos de turismo rural gallegos en los nueve primeros meses de este año prueban que el Xacobeo ha conseguido contrarrestar parte del efecto de la crisis económica en el sector, que en el conjunto de España está perdiendo clientes con respecto a 2009. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (Ine) revelan un repunte de un 9,2 por ciento de los viajeros en Galicia y de un 4,1% en las pernoctaciones, pero esconden matices, porque, según aseguran los empresarios, la mejora se concentró en los negocios del entorno del Camino de Santiago y parte del litoral, y el balance del conjunto de los establecimientos es negativo.

«No vemos reflejados en nuestras cuentas esos aumentos», asegura la presidenta de la Federación Galega de Turismo Rural (Fegatur), Marisol Lorenzo. De hecho, las asociaciones del sector sitúan la caída en sus cuentas entre el 8 y el 15 por ciento, porque el Año Santo ha traído a visitantes de estancias cortas y poco gasto -como la mayoría de los peregrinos-, y no ha logrado evitar que el resto las recorte para ajustarse a las estrecheces económicas, a pesar de que los precios se congelaron. Tampoco ha conseguido que, en una actividad que creció con forma de burbuja en los 90, la oferta siga superando con mucho a la demanda y aún así continúe creciendo.

El efecto es claro. «Hay que repartir, y toca menos», resume el presidente de la Asociación Gallega de Turismo Rural (Agatur), Luciano Sánchez, quien asegura que ese problema se ha acrecentado este año porque «abrieron muchos establecimientos pensando en el Xacobeo». A principios de este mes había inscritos en el registro de la Xunta 587, que sumaban 7.135 plazas. Aunque las cifras no son exactas, porque la inclusión en el directorio ya no es obligatoria, muestran el tamaño de la red, que, además de a su propia competencia, se enfrenta a la del intrusismo, por la oferta de particulares «sobre todo» en el Camino.

Todo esto, combinado con una estancia media que en el conjunto del año apenas supera los dos días -la segunda más baja de España-, da como resultado unas reducidas cifras de ocupación, que solo rebasan el 20 por ciento en julio y agosto. Este año ha mejorado con respecto a 2009 en el final de la primavera y el principio del verano, pero en agosto, el mes que presenta el mejor saldo con diferencia, bajó en un punto y medio, a cerca del 44,5 por ciento.

El pasado ejercicio se cerró con una media de un 15,26 por ciento, en una tendencia decreciente que deja lejos el 19,6 del 2001, el primer año con datos el Ine. Y es que las estancias se acortan y el volumen de plazas ha crecido desde entonces bastante más que los visitantes, un 111 por ciento frente a algo menos de un 77 por ciento. La comparación con el inicio de la década revela también que Galicia ha perdido peso en el negocio en el conjunto del Estado, porque el incremento de los clientes en la comunidad ha sido muy inferior al de España (124 por ciento).

Así, si en 2001 fue la tercera que recibió a más viajeros, el año pasado ocupó el quinto lugar, adelantada por Asturias y Cantabria en una lista que sigue encabezando a distancia Castilla y León. Y el sur, sobre todo Extremadura y Andalucía, representa cada vez una mayor competencia.