La Institución y los 25 municipios por los que pasa el trayecto lo presentarán la semana que viene en la Feria Intur, a la que seguirán otros eventos de promoción del turismo interior.
El famoso ‘Camino Francés’ para peregrinar a la tumba del apóstol Santiago no es la única Ruta hacia Compostela. Ahora que termina el Año Jacobeo, la Diputación ha presentado en sociedad la señalización de los casi 200 kilómetros del llamado Camino de Levante -que llega a la ‘Jerusalén gallega’ desde Valencia- por la provincia, desde El Toboso a Almorox. Este cartografiado de la Ruta Jacobea para el senderismo se ha convertido en la nueva apuesta turística de la Institución Provincial. Con este fin se incluirá en la oferta de atractivos que la provincia presentará la semana que viene en la feria de turismo interior Intur de Valladolid.
A esta promoción la seguirán otras en diversas ferias como la madrileña Fitur. Así lo confirmaba ayer la vicepresidenta de la Diputación, Isidora Fernández Cantarero, que junto a responsables del Servicio Provincial de Turismo y los 25 municipios por los que pasa la Ruta presentó el mapa editado sobre ella.
Este mapa está dividido en siete etapas que transcurren sobre tres comarcas de la provincia: La Mancha (El Toboso, Quintanar de la Orden, Puebla de Almoradiel, Villa de Don Fadrique, Villacañas, Tembleque, Villanueva de Bogas y Mora), el Norte de Montes de Toledo (Mascaraque, Almonacid, Burguillos, Cobisa y Toledo capital) y Torrijos (Villamiel, Huecas, Quismondo, Novés, Rielves, Barcience, la cabecera torrijeña, Val de Santo Domingo, Maqueda, Escalona y Almorox).
AZULEJOS CON LA CONCHA PEREGRINA.
Este mapa ha sido reproducido en 10.000 folletos para su distribución en ferias y establecimientos turísticos. Esto, sumado a la señalítica del propio Camino, ha supuesto para la Diputación una inversión de unos 35.000 euros.
Los folletos, impresos por el servicio de publicaciones de la Institución, recogen el mapa de cada etapa con su perfil topográfico, así como los servicios públicos disponibles en cada municipio como zonas de acampada y albergues. Aparte, recogen un callejero de los cascos históricos de la capital toledana y la compostelana, con sus respectivos monumentos.
En cuanto al marcado de la Ruta sobre el terreno, se ha señalizado su propio trazado y los monumentos y parajes de interés de su entorno con carteles indicadores y paneles informativos. Además, la Ruta queda señalizada con mojones marcados con la universal concha peregrina. Esa misma concha, de color amarillo, podrá verse en azulejos de fondo azul colocados en los ayuntamientos y sedes de servicios públicos instalados en los municipios por los que pasa el Camino levantino. Fernández Cantarero destacó que cada Consistorio ha sido el que ha decidido la ubicación de las distintas señales en su término.
Ahora, el propósito es que el Camino hacia Santiago por Toledo pueda ser tan atractivo para los aficionados al senderismo como la famosa Ruta Jacobea del Norte de España.
A ello, ayudará su reconocimiento internacional como Gran Ruta (GR), por lo que ya es conocida en este mundillo por el código GR-239. Este reconocimiento también evita que el trazado pueda ser cambiado en el futuro.
EL RETORNO DE LOS PEREGRINOS DEL MAR MEDITERRÁNEO.
La Ruta Jacobea de Levante, según explicó la presidenta de la Asociación de Amigos de este Camino de Santiago, Teresa Fernández, surgió en la Edad Media como uno de los trayectos de peregrinación que usaban los mozárabes (cristianos residentes en zona ocupada por musulmanes) para llegar a Compostela.
Estas rutas aprovechaban antiguos caminos comerciales. En el caso de este camino, cruza España de Este a Oeste desde Valencia, cruzando Albacete, Cuenca, Toledo, Madrid, Ávila y Valladolid, donde sigue la histórica ‘Ruta de la Plata’ por Zamora y Orense para llegar a su destino.
Tiempo después, esta ruta y otra procedente de Cartagena fueron seguidas por peregrinos que llegaban de países mediterráneos como Italia.
La presidenta de la Asociación de Amigos expresaba su agradecimiento a la Diputación y los ayuntamientos por «revitalizar» el patrimonio y la cultura de las viejas rutas mozárabes.
