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Las aportaciones de los peregrinos financiaron los gastos del albergue de Logroño

17 enero 2011 / Mundicamino

La asociación Ultreia, que gestiona desde febrero pasado el albergue de peregrinos de Logroño, ha logrado pagar los gastos de mantenimiento de las instalaciones con las aportaciones voluntarias de los caminantes e incluso ha devuelto 6.000 euros al Ayuntamiento.

El concejal de Promoción de la Ciudad, Ángel Varea, y el responsable de Ultreia, José Francisco Marín, han hecho hoy balance del Año Jacobeo 2010, durante el que pernoctaron en el albergue de Logroño un total de 14.286 peregrinos.

Debido a la «polémica» del equipo de Gobierno con la asociación riojana de amigos del Camino de Santiago, en enero de 2010 se decidió rescindir el convenio municipal con esta entidad, mediante el cual se aportaban 20.000 euros anuales para financiar los gastos del albergue.

Hasta el 22 de febrero, el albergue permaneció cerrado mientras se ejecutaban diversas obras y ha alojado a peregrinos hasta el pasado 7 de noviembre.

A partir de esta fecha, los peregrinos se han derivado al albergue privado de la plaza Martínez Flamarique, ya que desde que ha comenzado el año apenas llegan un par de caminantes diarios, ha detallado Fernández.

Las instalaciones de Ruavieja están abiertas y, si es necesario, se alojará a los peregrinos, como ocurrió durante el puente de la Constitución, con un grupo de 26 personas de una asociación.

Con las aportaciones voluntarias de los peregrinos (5 euros de media), la asociación Ultreia también ha podido financiar dos cursos de formación para hospitaleros y cuatro talleres de divulgación del Camino de Santiago, por lo que ha devuelto al Ayuntamiento una subvención de 9.000 euros.

Además de abonar todos los gastos ordinarios -como luz, agua, gas y limpieza-, se va a invertir el dinero obtenido en 2010 en renovar las literas de dos dormitorios y arreglar los baños.

Los actuales gestores optaron por adelantar la apertura del albergue a las 12:00 horas, para evitar aglomeraciones en la entrada, y también decidieron intensificar la limpieza e higiene, por lo que no ha habido plagas de chinches durante el año pasado.

Para garantizar la seguridad y el confort, no se ha sobrepasado el aforo de 68 plazas, algo que no ocurría con la anterior gestión, que con «criterios economicistas» ubicaba a más de veinte peregrinos en la planta bajo cubierta, ha censurado Varea.

Por otro lado, el punto de información instalado en el fielato del puente de piedra atendió el año pasado a 30.000 personas, unas 86 al día, mientras que solo en agosto se hicieron 16.600 consultas.

Otras actuaciones destacadas por Varea en el Año Jacobeo han sido la unificación de la señalización en todo el tramo logroñés, la reforma del albergue y la instalación del faro del camino en la torre de la iglesia de Santiago.