Apostol

22.000 raciones de titos para el deleite de miles de paladares

19 enero 2011 / Mundicamino

La Cofradía de San Antón celebró un año más su tradicional fiesta gastronómica.

Cuentan que en 1.502, a dos hombres pudientes del entonces pueblo de Gamonal se les ocurrió preparar una gran cacerolada de habas para saciar el hambre de los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago. Habas que más tardes se convertirían en titos y que han hecho que esta tradición, 509 años después, no sólo continúe más viva que nunca sino que se haya convertido, con permiso de El Parral y gracias a la Cofradía de San Antón, en la fiesta con más tirón popular de toda la ciudad.

El pueblo de Gamonal fue ayer, como siempre, un continuo hervidero de gente en el que no cabía ni un alfiler. Miles de burgaleses, se calculan unos 6.000, se acercaron ayer, cazuela en mano y guardando una escrupulosa e interminable cola, para recoger y disfrutar las cerca de 22.000 raciones que se repartieron ayer.

Allí estaban dispuestas las 17 cacerolas con capacidad para 700 litros de agua que, a primera hora de la mañana se llenaron gracias a la ayuda de los bomberos. Y es que, los preparativos, sin contar con el preparado de los ingredientes la semana previa, se iniciaron a las cinco de la mañana para que todo estuviera listo unos minutos después de la una de la tarde.

Minutos antes, y tras la misa en honor al patrono en la Real y Antigua de Gamonal, el párroco bendijo a los animales, tal y como manda la tradición. Casi todos perros (bien abrigaditos la mayoría), algún gato, un conejo y dos cerdos de 420 kg cada uno. Estos últimos se rifaron entre aquellos que habían adquirido, por cincuenta céntimos, una papeleta para la rifa.