El centro de interpretación ha recibido 23.000 visitas desde su apertura en 2008
En Santo Domingo de la Calzada, el Camino de Santiago puede realizarse de dos formas: una, la tradicional, larga y esforzada, guiada por distintos objetivos, que atraviesa el casco histórico de la emblemática ciudad jacobea. En la otra, la ruta se acorta a 40 minutos y decenas de metros y la experiencia se vive de una forma virtual, encaminada a un conocimiento ‘express’ del universal camino de las estrellas, que, en este caso, pasa por el centro de interpretación del Camino de Santiago.
Cerca de 23.000 personas han visitado este último desde su apertura en agosto del 2008, si bien el ‘Camino de sensaciones’ en sí entró en funcionamiento al año siguiente. De ellas, 9.106 lo hicieron el año pasado, concentrándose entre abril y agosto, incluidos, el 60% de la afluencia total: 5.621 personas. Por su parte, la oficina de información turística y de promoción del IX Centenario, ubicada en el centro, atendió el año pasado 11.092 consultas, de las que 9.305 correspondieron a españoles y 1.787 a extranjeros. El Ayuntamiento añade a esta labor de promoción turística el desarrollo de las rutas teatralizadas y más de un millar de paseos turísticos para grupos llevados a cabo por el centro.
Los auténticos peregrinos
Respecto al auténtico Camino de Santiago, fueron 23.949 los peregrinos que durante el pasado año pernoctaron en los dos albergues de la localidad: 20.110 en el de la Cofradía del Santo, y 3.839 en el de la Abadía Cisterciense, si bien este último sólo abrió de junio a septiembre, ambos incluidos.
Las cifras son algo inferiores a los del año anterior, pese a haber sido el 2010 Año Santo Compostelano, o, quizá, por ello. «A los peregrinos no les motivan especialmente los años santos. Prevén problemas de alojamiento por la presencia máxima de personas y acuden menos a realizar el camino», señalan fuentes de la localidad, que estiman que en el 2010 podrían haber pasado por Santo Domingo de la Calzada cerca de cincuenta mil peregrinos. «Por cada uno que pernocta, otro pasa, bien porque va en bicicleta y hace tramos más largos o porque se aloja en pueblos anteriores o posteriores al nuestro», explican.
