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Un viaje para el respeto animal

09 marzo 2011 / Mundicamino

El Camino de Santiago atrae cada año a millones de peregrinos dispuestos a embarcarse en esta singular experiencia. Pero a las motivaciones más frecuentes se suma otra: reivindicar los derechos de los animales. La organización Planeta Animal emprenderá la próxima semana su peculiar ruta hasta Santiago de Compostela con unos compañeros muy especiales: más de una decena de perros y siete burros. «Es un encuentro con uno mismo y una ocasión para reflexionar sobre los animales», explica Johanna Mayrhofer, la directora del proyecto El Camino, que ultima los detalles para la ruta, que llegará a su fin el 29 de abril.

Casi una veintena de voluntarios se han inscrito en esta aventura de más de 1.000 kilómetros de recorrido. «Nos esperan senderos preciosos por los paisajes más bonitos de España, lugares hermosos donde solo se llega andando, ciudades históricas y pueblos perdidos que parecen reliquias de otra época. Nos espera una gran experiencia», dice la impulsora de esta idea.

Y no solo disfrutarán del medio ambiente y el patrimonio. Con esta iniciativa pretenden concienciar y reivindicar sobre el respeto a los que serán sus compañeros durante esta travesía. «Es la mejor prueba de que podemos convivir juntos», asegura Mayrhofer. «Formar parte de este peregrinaje que tiene como único objetivo fomentar el cariño y el respeto por nuestros amigos, los animales», añade.

También apadrinar

Este viaje también será especial. Irán acompañados por burros. «Es uno de los grandes compañeros y amigos del hombre y es fácil caminar con ellos», justifica la directora del proyecto. No en vano, tendrán que recorrer 24 kilómetros diarios. Además, Planeta Animal pretende fomentar que los ciudadanos apadrinen a estos animales y los patrocinen con una «pequeña contribución económica». Los fondos que se recauden se invertirán en el programa de educación que el colectivo lleva a cabo.

De hecho, la peregrinación de estos amantes de los animales recalará en centros educativos y asociaciones para difundir su programa entre los más pequeños. «Si no enseñamos a nuestros hijos a respetar a los animales y a la naturaleza, tampoco respetarán al prójimo. Y todos sabemos que el respeto es la base para que una sociedad funcione», argumenta la directora del Proyecto Camino. Y los niños se implican. «Es importante comprender que respetar a un animal, significa ser una buena persona que además respeta la vida», sostiene Mayrhofer.