Apostol

Peregrinos a sus anchas

12 marzo 2011 / Mundicamino

Dos rutas alternativas para hacer el Camino de Santiago sin el ajetreo ya del pasado año jacobeo, disfrutando de bellos parajes y un descanso confortable al finalizar cada jornada.

No resulta ningún gran secreto de estrategia: cerrado el Año Santo Jacobeo 2010, la densidad de peregrinos rumbo a Compostela por senderos y carreteras desciende drásticamente. Tiempo para quienes gusten de recorrer el Camino, en coche o a pie (los más esforzados) con mayor soledad y recogimiento, tanto por el norte como por el sur de Galicia. Esta doble propuesta parte de León con destino a Santiago, con la posibilidad de conocer siete ciudades a fondo y disfrutar de un descanso más que confortable al cerrar cada jornada.

No resulta ningún gran secreto de estrategia: cerrado el Año Santo Jacobeo 2010, la densidad de peregrinos rumbo a Compostela por senderos y carreteras desciende drásticamente. Tiempo para quienes gusten de recorrer el Camino, en coche o a pie (los más esforzados) con mayor soledad y recogimiento, tanto por el norte como por el sur de Galicia. Esta doble propuesta parte de León con destino a Santiago, con la posibilidad de conocer siete ciudades a fondo y disfrutar de un descanso más que confortable al cerrar cada jornada.

Un antiguo reino, a pie

León es el punto de partida de las dos rutas propuestas por ser una de las ciudades de referencia en el Camino de Santiago. Pasear por sus calles es sinónimo de historia y tradición. Para ello, en el casco viejo hay que visitar lugares tan emblemáticos como la Catedral de Santa María, la Plaza Mayor, el Ayuntamiento viejo y la Casa de los Botines o el Palacio de los Guzmanes. Además, si se decide seguir los restos amurallados de la Legio VII, se llega hasta la Basílica de San Isidoro, referente románico en el que se encuentra el Panteón de los Reyes de León. Las últimas energías del día son para entrar en el Hostal de San Marcos, monasterio y hospital del siglo XVI, con fachada plateresca, convertido en Parador Nacional para un merecido descanso.

Por la mañana, la ruta continúa hacia el oeste. Antes de abandonar tierras leonesas, merece la pena hacer un alto en localidades como Astorga. El devenir de la villa maragata, está marcada por la historia y la religión desde tiempos romanos, en los que fue conocida con el nombre de Astúrica Augusta. La plaza del Ayuntamiento presidida por la pareja de maragatos que tocan las campanas diariamente, la Catedral o el Palacio Episcopal, también conocido como Palacio de Gaudí, resultan visitas deslumbrantes, y si además el viajero va con algo más de tiempo, hay que lanzarse a por la ruta romana y conmemorarlo con un buen cocido maragato.

Desde allí, el camino se estira a lo largo de la comarca del Bierzo. El Castillo de los Templarios, la Casa Consistorial, la Basílica de la Encina o la Torre del Reloj son algunos de los hitos más destacados de Ponferrada, pero si hay un monumento imprescindible de verdad, ese es natural y eléctricamente rojizo. El paisaje de Las Médulas, en su origen explotación romana de oro, es de esos que jamás se marchan de la memoria. Una composición de intenso rojo tierra sobre puntiagudas laderas, estrechas cuevas y arcos naturales de roca, sobre el manto verde del valle. No resulta extraño entender, tras observarlo cinco minutos, que fuera declarado Patrimonio de la Humanidad.