Apostol

Camino de la costa: Zenarruza-Guernika

21 marzo 2011 / Mundicamino

El camino abandona el Cantábrico para recorrer valles solitarios, pero siempre verdes

Entre Zenarruza/Ziortza y Gernika nos esperan casi 20 kilómetros por terreno ‘rompepiernas’, con ‘emociones fuertes’ -perros sueltos, senderos descuidados, barrizales y boñigas- aseguradas. Antes hemos visitado el monasterio cisterciense de Zenarruza, enclavado en una ladera fría (‘zear-otza’) del monte Oitz. Sus primeras noticias se recogen en documentos de San Millán de la Cogolla y datan del año 968. Desde entonces ha tenido ruinas, días de gloria e incendios -el último en 1959-. En la actualidad es paso clave del Camino de Santiago del Norte.

El GR 38-3 sale del aparcamiento trasero del monasterio. Es una pista forestal, con señales de Pequeño Recorrido (PR) que se interna en el pinar y que seguiremos hasta el alto de Gontzugarai. El camino sube de manera continuada entre el arbolado. Cruza un torrente, supera una zona de desprendimientos y alcanza el puerto. Estamos a 368 metros de altitud (atención a los letreros). Las flechas nos llevan por una vía asfaltada que sale a terreno abierto y baja hacia el barrio de Uriona. Buenas vistas del valle del Lea. Los caseríos son antiguos (siglo XVI) y están habitados. Justo en el último, una portilla cierra el paso. Al otro lado nos esperan una ciénaga de barro y boñiga y vacas. Solventamos el obstáculo como podemos (por la campa, aunque no resulta fácil) y seguimos las flechas.

Sendero resbaladizo

Al peregrino tiene ante sí un descenso penoso, por sendero estrecho y resbaladizo, destrozado por las lluvias que termina en un molino. Cruzamos el arroyo, una de las fuentes del Lea. Ya por asfalto dejamos atrás los caseríos Garro (Casa Rural) y Olatxu y entramos en Gerrikaitz. Vemos la iglesia neoclásica de Santa María. Un corto tramo por la carretera que baja del Balcón de Vizcaya y entramos en la plaza de Munitibar. Frontón cubierto, restaurante y fuente. La bonita iglesia parroquial de San Vicente, a orilla del Lea, destaca sobre el conjunto. Hemos recorrido un tercio de la etapa.

Cruzamos el puente y seguimos la estrada asfaltada (izquierda) al barrio de Aldaka (señales). El camino se endurece. Caminamos en soledad. Pasamos caseríos: Otsategi, Loiti, Iturriondo y llegamos a la ermita de Santiago de Aldaka. Es un edificio pequeño, con porche, del siglo XVIII. Está en un claro. Antes estuvo rodeada de robles. Perros sueltos, que ladran, nos despiden.

El camino se vuelve a internar en el pinar, pasa junto a un caserío y desciende hasta el alto de Astorki. Allí, en lugar de bajar a la carretera, se desvía (izquierda) y desciende hasta el caserío Urnatei, rodeado de viejos castaños secos. Unos metros después (flecha) se convierte en un sendero impreciso y embarrado que sigue la orilla de un torrente. Así lo hará con alternativas, con más o menos fango, hasta alcanzar los molinos de Berreño (50’). Poco después pisamos la carretera BI-2224. La remontamos unos metros. La flecha nos desvía (izquierda) campa arriba hacia un caserío en un alto. Por la izquierda se va a Mendata y al albergue. Por la derecha (Letrero), el camino asfaltado continúa. Pasa junto al restaurante Zarrabenta, la ermita de Zarra y contornea la torre de Montalbán, en lo más alto, antes de volverse de tierra y descender por un hermoso robledal. Baja hasta el puente de Artxubi, una bella obra del siglo XVI que supera el río Golako en un paraje sombreado y bien conservado y vuelve a subir. Nos espera un último y demoledor repecho por senda que sube hasta el barrio de Marmiz, en Mendata.

El resto son pistas forestales, primero en subida y luego en descenso hasta llegar a Ajangiz y pisar la BI-3224. Tres kilómetros después estamos en Gernika.