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Camino de Santiago: ¿Por qué dicen que el tramo navarro es el mas bello?

07 mayo 2011 / Mundicamino

Estos días ando con el espíritu divido. Al frenesí diario, al no vivir por el trábalo, los niños,… le añado a que mi compañero de maratones, Víctor, se halla en pleno Camino de Santiago. Su planteamiento, unos 780 kilómetros a 28 días, pasa por poco menos de 30 kilómetros diarios de suela y polvo, en dirección hacia el fin del mundo, con compañeros de diversa índole, nacionalidad, y supongo que condición. Cada dos o tres, o cuatro días, quien sabe, durante estas cuatro semanas de travesía por la senda de más reputado historial, daremos cuenta de sus aventuras y desventuras.

Primer día. 1 de mayo de 2011, Roncesvalles- Trinidad de Arre

Día señalado para trabajadores de medio mundo, quizá no en su mejor momento muchos de ellos, el elegido arrancar el camino. Bellísima Roncesvalles, por sus valles, verdes inmaculados, circundando la colegiata que en muchas ciudades pasaría por catedral. Lugar de leyendas, de Roldan, punto de arranque de la senda jacobea una vez travesada la línea pirenaica. Printeada por muchos, la guía Eroski, la 2.0 del camino, es enser común en muchas mochilas.

Camino abajo, una de las primera poblaciones, Burguete. Otra perla de arquitectura modulada entorno a la senda. Precioso caserío, alienado, acequias en el borde de la ruta y buen queso en los zaguanes. El camino marca el paso por Zubiri y su bello puente, hasta llegar a Trinidad de Arre, donde descarga un aguacero en medio del enlosado de su mercado medieval. A las puertas de VIllaba, se toma el primer descanso, en un albergue atascado de extranjeros. 40 kilómetros para el primer día.

Segundo día. 2 de mayo de 2011, Trinidad de Arre- Puente la Reina

Abrigo del alberge atrás. Cruzamos la cuenca de Pamplona, su umbral cae con el puente de la Magdalena, acceso directo a su ciudadela. Burgo nuevo, burgo viejo, campo a través por la ciudad vieja, antes de emprender el puerto del Perdón, en términos orográficos, la primera dificultad del día y una de las leyendas originales, que hablan del peregrino agotado que vendiendo su alma al diablo con tal de seguir, recibió redención. La cuesta abajo se hace camino de Eunate, cerrado, ya es mala suerte, los lunes. El rodeo lleva por Obanos para arribar a la primera gran meta jacobea, el pueblo hecho por y para el camino, Puente la Reina, un lugar lineal, a saber: iglesias del Crucifijo y Santiago y desembocadura en el puente que bautiza la villa. Un lujo, tras unos 30 kilómetros para el cuerpo.

Tercer día. 3 de mayo de 2011. Puente la Reina- Villamallor de Monjardin

Tristeza por dejar Puente la Reina, pero cabe mirar siemore hacia delante. Por la ruta se atraviesa la ciudad vieja de Cirauqui, con su portada de San Román, gemela a la de Santiago en Puente la Reina. Luego llega otro de los hitos, Estella. La ciudad de la cuenca navarra. La capital carlista, aunque antes fuero franco. A la entrada recibe la inacabada iglesia del Santo Sepulcro, cuya perfecta fachada sin embargo no habla sin embargo de su inconclusión. Luego el perderse por su puente viejo en pendiente imposible sobre el Arga, el palacio de los reyes de Navarra, San Miguel y San Pedro de la Rúa, emblema donde los haya. A la salida, en cuesta, Irache, saboreando los albores de una fuente que también da vino. Por el camino amistades centroeuropeas, son necesarias. Tras otros casi treinta kilómetros quedan más de tres semanas de travesía hacia Compostela.