Cientos de personalidades civiles, políticas y eclesiásticas y peregrinos abarrotaron el templo en esta ceremonia.
La Catedral volvió a vivir una ceremonia como la que consagró el templo en 1211. Y es que ayer, tal como entonces, el arzobispo de Santiago estuvo acompañado por los obispos de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge; de Lugo, Alfonso Carrasco; de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza o de Lamego (Portugal), Jacinto Tomás de Calvalho, entre otras autoridades eclesiásticas y representantes de las diócesis del Camino de Santiago. Juntos realizaron el Itinerarium Crucis. Es decir, fueron recorriendo, una a una, las doce cruces que en 1211 ungió y bendijo el arzobispo Pedro Muñiz, y que todavía se conservan en la basílica compostelana. Las cruces estaban iluminadas con dos velas, como hace 800 años. Ayer, sin embargo, la Escolanía entonó en cada parada (hay 4 cruces en la nave central, otra en nave lateral izquierda, otra en Platerías, una más en la Girola, en Azabachería, y en la nave lateral derecha) unos motetes (cantos de iglesia) muy especiales. Se trata de unas composiciones del maestro Joán Trillo creadas con las inscripciones que se leyeron en 1211 que se han recuperado, y a las que se les ha puesto música.
Siguió así esta comitiva recorriendo la Catedral desde las 11.15 hasta las doce del mediodía, cuando el arzobispo, monseñor Barrio, vio a un bebé en brazos de su madre y, sin dudarlo, le hizo la señal de la cruz en su frente y le bendijo. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de Santiago, Sánchez Bugallo, y el teniente general de la Fuerza Logística, Juan Enrique Aparicio Hernández-Lastras, siguieron en todo momento al arzobispo en esta procesión de las cruces. A la ceremonia de celebración de los 800 años de la consagración de la Catedral asistieron una amplísima representación de la vida civil, política, militar y cultural de Compostela, como el conselleiro de Cultura, Roberto Varela; el valedor do Pobo, Miguel Cortizo; el rector de la USC, Juan Casares Long, y un largo etcétera. Tras el Itinerarium Crucis, la procesión desfiló desde el Pórtico de la Gloria al altar mayor y comenzó la Eucaristía.
