Hasta el momento se han celebrado en la Corticela nueve bodas, cinco de ellas de extranjeros//Muchos también deciden venir a bautizar a sus hijos a la capital gallega .
Los cifras demuestran que son muchos los peregrinos que llegan cada día a Compostela, pero entre esos cientos de caminantes algunos lo hacen con una ilusión especial: darse el sí quiero al final de superegrinaje.
Este es el caso de los italianos Laura y Diego, de Asti (Piamonte), que se casaron el 13 de junio, tras llegar a Compostela la víspera, después de hacer el Camino desde León y mandar previamente desde su pueblo sus trajes de boda.
Ellos son una de las 21 parejas que este año se unirán en matrimonio en la Corticela, tras finalizar su peregrinación a Compostela.
Así, según los datos facilitados por el párroco de esta capilla de la Catedral, Juan Filgueiras, este año se celebrarán en este lugar 21 bodas de parejas formadas por peregrinos.
De hecho, hasta el momento ya se han oficiado nueve enlaces, cinco de ellos de parejas extranjeras y cuatro españolas. Los novios extranjeros procedían de Italia, Irlanda, Polonia y Perú.
Además, en lo que queda de año se casarán cinco parejas más procedentes de Italia, Suiza y Alemania, y otras siete españolas.
MUCHA EMOCIÓN. Según confesó el párroco Juan Filgueiras, se trata de ceremonias muy emotivas. «La mayoría de las veces los novios se casan vestidos con el atuendo típico de los peregrinos, en pantalón corto y portando su bordón de peregrinos. Son ceremonias muy sencillas, pero cargadas de un gran sentimiento religioso. Se les ve muy felices».
Muchas de estas parejas deciden casarse tras recorrer la Ruta Jacobea, porque precisamente fue en el Camino donde se conocieron, y creen que es el mejor modo de celebrar su unión.
También hay matrimonios de peregrinos que después de haber celebrado su boda en la capital gallega, tras recorrer el Camino, deciden venir a bautizar a sus hijos a Santiago.
Otros ofrecen a sus hijos enfermos al Apóstol Santiago, con la esperanza de que se curen, y tras su sanación deciden venir a Compostela y bautizarlos en el mismo lugar donde ellos se casaron, en señal de agradecimiento, como pasó recientemente con una pareja.
También hay parejas con problemas para tener descendencia que deciden peregrinar a Santiago, para que su deseo de tener hijos se convierta en realidad. Algunos lo consiguen y regresan a la capital gallega para bautizar a sus pequeños y dar gracias al Apóstol.
Año tras año se demuestra que el Camino de Santiago une a muchas personas. Unos se convierten en amigos incondicionales y otros deciden unir sus vidas para siempre, tras peregrinar a Compostela.
ENLACES SINGULARES
Los últimos caminantes en darse el sí quiero en Compostela han sido los italianos Laura y Diego// La mayoría opta por atuendos sencillos y pantalón corto para la ceremonia, aunque algunos envían sus trajes antes, para que ese día tan especial todo sea perfecto
Aluvión
•••A estas alturas del año ya se han superado en 10.000 los peregrinos que vinieron a Santiago en 2009 durante los cinco primeros meses, según confirmó recientemente Genaro Cebrián, director de la Oficina del Peregrino. Según los datos de esta oficina, solo en el mes de mayo hicieron el Camino de Santiago 19.717 personas, mientras que en el mismo periodo de 2009 fueron 16.445, y en el Año Santo de 2004 fueron 16.862. Los peregrinos extranjeros son mayoría este año. Normalmente, los caminantes procedentes de otros países huyen de los Años Santos y prefieren venir a la capital gallega en otras épocas. Nueva Zelanda, Sudáfrica, Corea, Japón o China son algunos de los lugares de donde vienen.
CRISIS MORAL
•••Para el responsable de la Oficina del Peregrino este ascenso no está motivado por la crisis económica, pero sí por otro tipo de crisis: la moral. «El aumento de peregrinos se debe a la crisis de valores y moral. La gente descubre en el Camino un modo de vivir sencillo y se sienten tocados interiormente. Después, cuentan su experiencia a familiares y
amigos, que al final se animan a hacer el Camino de Santiago».
Juan Filgueiras
PÁRROCO DE LA cORTICELA
«La mayoría de las veces los novios se casan con el atuendo de peregrinos, en pantalón corto y con el bordón»
