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Dos falsos técnicos de Hacienda pudieron urdir el robo del Códice

15 julio 2011 / Mundicamino

Fuentes no oficiales afirman que los inspectores de pega lograron llegar sin dificultad hasta el manuscrito.

La Policía continúa visionando muchas horas de grabaciones.

Ninguna fuente oficial ha sacado de momento el tema a relucir, quizá porque aún lo desconocen o porque no quieren, como se dice vulgarmente, levantar la liebre o poner sobreaviso a posibles implicados en el hurto del Códice Calixtino, pero una posible teoría va cobrando fuerza según transcurren los días en torno al denominado robo del siglo.

Sea como sea, fuentes no oficiales consultadas por este periódico afirman que el quiz de toda la cuestión podría estar en la supuesta visita que realizaron al templo, pocos días antes de que la noticia del hurto saliese a la luz, dos falsos inspectores de Hacienda que solicitaron a un empleado de la Catedral -lógicamente de total confianza del núcleo duro del Cabildo- ver el valioso libro del siglo XII con el fin de hacer diversas comprobaciones relacionadas con su parcela fiscalizadora. Todo indica, asimismo, que dicho empleado pudo picar el anzuelo y, bien porque no hizo las pertinentes comprobaciones o bien porque los inspectores de pega portaban documentos falsificados que en teoría no levantaban sospecha alguna, condujo a dichas personas hasta el mismo manuscrito o bien hasta una zona muy cercana en la que no tuvieron problema alguno para ver dónde se encontraba exactamente el codiciado libro y analizar las medidas de seguridad que custodian la cámara de seguridad del Archivo.

Si dicha visita fue real, como afirman las citadas fuentes no oficiales, a buen seguro los falsos funcionarios de Hacienda se llevaron una gratísima sorpresa al comprobar lo fácil que era acceder hasta el manuscrito y la escasa vigilancia que deberían vencer, pues, como ya desveló EL CORREO GALLEGO nada más hacerse pública la noticia del hurto, las llaves de la citada cámara de seguridad estaban puestas y las cámaras de vigilancia no apuntan directamente al libro original cuya elaboración se atribuye al Papa Calixto y que, durante siglos, sirvió de guía a miles de peregrinos de toda Europa que emprendían el Camino de Santiago desde diversos puntos del Viejo Continente.De momento, mientras se analizan estos supuestos hechos, se desconoce si los dos funcionarios de pega aprovecharon dicha visita solo para recabar información de cara a perpetrar un futuro hurto (no puede considerarse robo ya que no hubo violencia ni destrozos) o si lo consumaron ya en ese mismo momento aprovechando un descuido del guía.

Todo indica que ocurrió lo primero, es decir, que el primer encuentro tuvo por finalidad analizar el terreno y brindar posterior información al especialista encargado de consumar la operación, aunque tampoco se descarta que la parejita dispusiera ya de la información necesaria y que se llevaran el libro al descuido en el transcurso de la citada visita ayudados por el plus de autoridad y el respeto que inspiran los inspectores de Hacienda.

Mientras tanto, la Policía Nacional, que niega tener constancia de este supuesto hecho, prosigue el visionado de las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de la Catedral de Santiago en el marco de la investigación por la desaparición del Códice Calixtino, denunciada el miércoles pasado. El trabajo es muy arduo y lento, ya que es necesario visionar muchas horas de grabación (algunas cámaras almacenaban información de varios días) y frecuentemente es necesario analizar elementos que pudieran conducir a alguna pista sobre los autores del hurto. El resultado es que el análisis de unos pocos minutos de grabación puede costar varias horas de trabajo a un agente especializado en comportamientos sospechosos y que, por lo tanto, la investigación centrada en este particular puede durar aún muchos días.

Estos especialistas cuentan con el apoyo de todos los medios y efectivos de la Jefatura Superior de la Policía de Galicia y otras unidades de Madrid, como la Brigada de Patrimonio Histórico. Mientras los agentes pata negra trabajan en el interior de la Catedral compostela, otros muchos peinan de forma exhaustiva las calles de la capital gallega en busca de alguna pista que pueda conducir a la detención de los sospechosos. Así, los controles en las vías urbanas están siendo constantes en los últimos días y se está procediendo al registro de numerosos coches.

La denuncia de la desaparición del Códice Calixtino de la sala de seguridad en la que se custodiaba se formalizó, por parte del deán, sobre las 19.00 horas del miércoles pasado en la Comisaría de Santiago, tras percatarse el martes de su ausencia.

Los ‘mochileros’ complican el visionado policial

GRABACIONES La gran cantidad de personas que aparecen en las grabaciones de las cámaras instaladas en la Catedral está complicando el análisis policial que se sigue tras la desaparición del Códice Calixtino. Por una parte, los agentes tienen complicada la extracción de datos porque muchas de las personas que aparecen en las cintas portan mochilas. Por otro lado, se añade la dificultad de que deben ver lo grabado por varias cámaras distintas.

Refuerzo para los trabajos de investigación

ESPECIALISTAS Para reforzar los trabajos de investigación se han trasladado a Santiago agentes especializados procedentes de la Brigada Central de Patrimonio Histórico de Madrid. Estos especialistas colaboran con casi una decena de agentes de la Policía Científica de las comisarías de A Coruña y Santiago. También en los últimos días se han intensificado los controles en diferentes puntos de la ciudad y se ha incrementado la presencia de agentes uniformados y de paisano.