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La Calle Mayor de Europa bulle de peregrinos en temporada alta

26 julio 2011 / Mundicamino

El albergue municipal de Burgos está viviendo una ocupación de mucho éxito.

Mientras unos cambian sus botas por cómodas chancletas, otros se relajan en la ducha tras el duro tramo e incluso los más rápidos ya están listos para visitar la ciudad. Se trata de los peregrinos del albergue municipal de Burgos.

Como afirma Jesús Aguirre, presidente de la Asociación de Amigos del Camino, la afluencia de peregrinos está siendo extraordinaria, «se trata de un año muy positivo para el Camino de Santiago». Jesús explica que este verano se está registrando un aumento considerable de surcoreanos, canadienses y estadounidenses, en detrimento de los brasileños.

Tal y como lleva sucediendo en años anteriores, los que más agarran el bastón y se atreven a caminar, aparte de los españoles, son los alemanes, italianos y franceses. A pesar de la múltiples maneras que hay de realizar este tradicional camino, Jesús Aguirre indica que casi el 80 por ciento de los peregrinos prefiere recorrerlo a pie, además añade que «es la mejor manera porque se disfruta más del patrimonio rural, de las localidades, de las gentes y de los paisajes en general».

Jesús Aguirre lleva más de dos años ejerciendo de presidente en la asociación y aprecia una evolución muy positiva del itinerario, ya que se siente muy satisfecho con los convenios firmados con la universidad, con la asociación de guías de turismo y con las escuelas, entre otros. Este verano los peregrinos podrán aprovecharse del convenio de colaboración firmado con el Museo del Libro, que Aguirre considera un aliciente para ellos.

También se muestra muy conforme con la colaboración de las administraciones públicas y considera imprescindible continuar con esa línea de colaboración y «crear una sinergia a favor del Camino de Santiago, de los peregrinos y de la propia ciudad de Burgos». Tal y como recalca el presidente, la función de la Asociación dispone de una cuádruple dimensión: la promoción, defensa, conservación y como última y básica, la hospitalidad.

Todo este compromiso no quita para que hagan falta ciertas mejoras en el camino, si no se quiere que algún despistado se vaya en sentido contrario. Así, Jesús Aguirre habla por ejemplo de la señalización, explica que existen puntos concretos de bifurcación en el que no queda claro el camino y además algunas guías no están bien desarrolladas y pueden crear cierta confusión.

Otra de las necesidades del camino en la provincia de Burgos es la implantación de más andaderos, pues como explica Jesús Aguirre se debe evitar lo máximo posible que los peregrinos transiten por las propias carreteras. Es el caso del final de la calle Fernán González o del paseo de peatones de la Avenida Cantabria.

Decenas de miles de personas recorren este histórico camino cada año, por lo que cabe preguntarse si la pequeña ciudad de Burgos es capaz de acoger a todos los peregrinos. «La capacidad es notoria, pero no te voy a decir suficiente», aclara Jesús Aguirre. Añade que hay días del año en que se da una ocupación total, siempre en temporada alta -del 1 de mayo al 30 de septiembre-.

Cuando esto ocurre se ofrece la posibilidad de pernoctar en instalaciones deportivas, como por ejemplo el deportivo de San Amaro. Como asegura el presidente de la asociación, estos días de ocupación total se convierten en una gran oportunidad para la hostelería local, las pensiones y los hostales de la ciudad. Burgos cuenta con tres albergues para peregrinos, el de la Divina Pastora, el de Emaús y el municipal, que es el que gestiona la Asociación Amigos del Camino, con una capacidad de 150 personas.

Si son decenas de miles de personas las que realizan este itinerario, los motivos que los empujan a lanzarse a la peregrinación no son menos. Son tan diversos que Juan Aguirre no es capaz de indicar un motivo principal, aunque señala que la histórica razón religiosa es muy frecuente. Así, las causas de esta aventura son múltiples como el amplio patrimonio histórico del recorrido, el conocimiento de nuevas gentes, el descubrimiento de paisajes e incluso, como apunta Jesús Aguirre, el disfrute de la gastronomía.

Son muchas las personas que comienzan solas esta travesía, con la única compañía de su mochila y su credencial de peregrino, pero como insiste el presidente, «enseguida se crean lazos para toda la vida». Añade que siempre se forman infinidad de grupos y amistades y que «en el camino, uno nunca está solo».

En tiempos de crisis, lo económico que puede llegar a resultar esta vivencia puede empujar a muchos a llevarla a cabo. Ante esta idea, Jesús Aguirre afirma que desprecia «la idea del turismo barato» y que no sabría decir si ha influido o no. Reitera que el Camino de Santiago es algo tradicional que no necesita de la crisis para recibir más peregrinos. Añade que a partir de los años ochenta se ha revitalizado mucho el camino gracias al esfuerzo de las administraciones y de la Asociación de Amigos del Camino.

El próximo año esta asociación cumple veinticinco años para lo que realizará varios actos y actividades. El presidente considera que a nivel social y cultural han hecho mucho por la ciudad de Burgos y explica que su idea es volcarse en la sociedad, en la propia ciudad y en la colaboración con las instituciones.

A pesar de que muchos no logren llegar a ver al Apóstol Santiago, pues son muchos los percances que pueden darse durante el peregrinaje, Jesús Aguirre insiste en la gran experiencia que supone.