La directora de las excavaciones que se están realizando en Santa Clara destaca que la necrópolis hallada cuenta con elementos de alto valor · Se pretende que los restos encontrados se expongan en el museo.
«Es una oportunidad única para conocer detalles de una época de El Puerto de la que quedan pocos elementos». Estas son palabras de Esther López Rosendo, la arqueóloga que está dirigiendo las excavaciones de la necrópolis hallada en el entorno de la ermita de Santa Clara. La experta resalta el alto valor de lo encontrado ya que está aportando, o corroborando, abundante información sobre El Puerto de la segunda mitad del siglo XVII y del siglo del XVIII. Los ajuares funerarios hallados junto a algunos de los restos humanos corroboran el alto nivel económico de los que fueron enterrados en este camposanto así como de su vinculación con el comercio con América.
López Rosendo es contundente: «Estamos ante una joya arqueológica única». Y no lo es tanto por la antigüedad de la necrópolis sino por la calidad de lo que ha aparecido. Así, por ejemplo, se han descubierto medallas «con un entalle y una calidad enorme», la mayoría en bronce, y con imágenes de advocaciones hispanoamericanas como la Virgen de Guadalupe de México o la de Nuestra Señora del Milagro de Lima (Perú). También han aparecido crucifijos con un acabado bastante notable así como rosarios con diversos tipos de cruces y un buen número de joyas (como pendientes) y objetos textiles (como botones o algún que otra parte de bordados). Asimismo destacan unas conchas que simbolizan el Camino de Santiago y que hacen reafirmar, a juicio de la arqueóloga, que la ermita de Santa Clara tuvo un papel destacado en la ruta jacobea que hacían los peregrinos desde Cádiz hasta la catedral compostelana.
Teniendo en cuenta los enterramientos hallados, se confirma que el entorno de Santa Clara se utilizó como cementerio desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. De hecho fue en 1806 cuando se comenzó a utilizar el camposanto actual (situado, no obstante, muy cerca de la ermita). Y se cree que los restos óseos que han salido a la luz ahora proceden de los últimos enterramientos realizados en este enclave (se especula, incluso, que hubiera de militares fallecidos en la batalla de Trafalgar). Hasta el momento han aparecido unos 300 enterramientos ya que en 2009 apareció un buen número cuando se procedió a la restauración de la ermita.
Los restos de la necrópolis hallada ahora se encuentran casi intactos ya que esta se encuentra ubicada bajo lo que fue la calle Daniel Pérez, una de las que conformaban el desaparecido núcleo de viviendas sociales de Santa Clara. En cambio, se ha comprobado como parte de la red de abastecimiento y saneamiento de estos bloques, que se derribaron a mediados de la pasada década, destrozó algunas tumbas.
En virtud de los resultados de las catas realizadas hasta ahora, no se prevé que puedan surgir nuevas partes de la antigua necrópolis ya que se considera que se destruirían cuando se edificó esta zona en la década de los ochenta. De hecho, Suvipuerto, la empresa municipal promotora de las viviendas que se prevén en este solar, mantiene su pretensión de iniciar las obras de construcción en el mes de septiembre, tal y como reiteró ayer el concejal de Vivienda, Antonio Jesús Ruiz.
Esther López explicó que tiene previsto publicar una monografía donde detalle los hallazgos aparecidos en Santa Clara. Asimismo, la empresa municipal baraja realizar una exposición con los elementos encontrados y que estos se puedan ver también en el museo municipal.
