Las obras de la pasarela que permitirá a los vecinos de Puente Villarente y a decenas de peregrinos cruzar el río Porma, sin temor a ser arrollados por un vehículo, han finalizado. Los trabajos de este paso peatonal de ochenta metros de longitud comenzaron a ejecutarse el pasado mes de mayo y concluyeron hace dos semanas, según confirma el alcalde de Villasabariego, Jesús García, quien confía en que la apertura de la infraestructura se efectúe en breve. «La pasarela, tan demandada y necesaria para la zona, ya está lista y sólo estamos pendientes de que nos comuniquen cuando se inaugura», asegura.
La nueva estructura fue adjudicada el 2011 en 335.000 euros. Discurre paralela al puente del siglo XV que es seña de identidad del pueblo y se proyectó para eliminar uno de los puntos más peligrosos del Camino de Santiago: el cuello de botella que se registra en la N-601 al confluir los turismos y los peatones sobre la misma calzada estrecha del puente medieval para superar el río.
García recuerda «las agonías que han tenido que pasar los peregrinos al cruzar el puente, sobre todo, tras las obras de la autovía a Valladolid». A su juicio, era una «urgencia eliminar ese punto negro, que recogen todas las guías del Camino, porque hay que cuidar a los peregrinos que pasan por aquí y dejan su dinero en el municipio». La Consejería de Fomento y Medio Ambiente proyectó la pasarela como solución alternativa al ensanchamiento del puente previsto gracias a una subvención del Ministerio de Fomento de casi tres millones de euros, que se consignó el 2008, pero que frenó Patrimonio porque «no respetaba la estética histórica». El paso de Puente Villarente constituye un Hito del Camino. La pasarela posee una jácena de hormigón de 25 metros de luz, con una estructura metálica y suelo de madera tratada para exteriores, con barandilla de pletina metálica vertical, y un ancho de 2,50 metros.
