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El Camino Francés es el itinerario jacobeo con mayor tradición histórica

29 junio 2016 / Mundicamino

El Camino Francés es el Camino de Santiago en el que confluyen la mayoría de las vías medievales de peregrinación europeas, siendo por tanto el camino de mayor relevancia histórica y el más seguido por los peregrinos. Su punto de inicio, hoy en día, tanto puede considerarse Roncesvalles como Saint Jean Pied de Port. El camino de caracteriza por su variedad paisajística y su extraordinaria riqueza monumental. El Camino que une Saint Jean de Pied de Port (Donibane Garazi) con Santiago de Compostela es el eje más importante y popular de las peregrinaciones jacobeas. Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el Camino de Santiago.

En 1993, Año Jacobeo, se produce el resurgimiento peregrinar; la mezcla de reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre los caballeros y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular. El Camino Francés se convierte desde el siglo X en el eje que articula la consolidación de los reinos cristianos frente a la dominación musulmana, a la vez que permite la normalización de la liturgia cluniacense europea frente a la mozárabe hispana. Es la gran ruta artística sobre la que florecerán los estilos románico, gótico, etc., y verá crecer innumerables ciudades como la misma Santiago de Compostela. Y sobre todo, es el gran camino espiritual, popularizado por el Codex Calixtinus, que atrajo a millones de peregrinos desde la Edad Media en un intensísimo movimiento de masas que estructuró y conformó a toda Europa y, con diferentes altibajos históricos, perdura hasta hoy con un espectacular renacimiento actual. El Camino de Santiago fue declarado en 1987, por el Consejo de Europa: «Primer Itinerario Cultural Europeo»; en 1993, por la UNESCO: «Patrimonio Mundial Cultural y Nacional»; y en 2004 recibió el «Premio Príncipe de Asturias a la Concordia».

COMO SE OBTIENE LA COMPOSTELA

La Compostela es el documento que acredita que se ha realizado la peregrinación a Santiago. Este certificado, expedido por la Catedral de Santiago, se entrega a los peregrinos que declaren haber realizado su peregrinación, pietatis causa, es decir, por motivos religiosos o a los menos espirituales. En otro caso, cuando los motivos de la peregrinación no sean religiosos se entregan un diploma por haber realizado el Camino, además siempre se conservará la credencial como documentos acreditativo. Para solicitar la Compostela, hay que presentar al credencial en la Oficina de Acogida del peregrino de Santiago y haber realizado como mínimo los últimos 100 Km del camino a pie o los últimos 200 Km en bicicleta o a caballo. Además, hay que tener en cuenta que, a partir del año 2009, para obtener la Compostela solo serán válidas las credenciales otorgadas por la Catedral de Santiago o por alguna de las entidades miembro de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.

En el momento en el que las peregrinaciones al sepulcro de Santiago Apóstol comenzaron a institucionalizarse, nació la necesidad de acreditar de alguna forma haber completado el Camino. A la Compostela la precedieron unas insignias con forma de concha de vieira que, al ser fácilmente falsificables, fueron sustituidas por las denominadas cartas probatorias, origen de la actual certificación oficial. El texto que incluye la Compostela, un documento ilustrado con la característica orla de hojas de roble y vieiras en el que se escribe en latín el nombre del peregrino, reza lo siguiente: «El cabildo de esta Santa Apostólica Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana, custodio del sello del altar de Santiago Apóstol, para que todos los fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del orbe de la tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa hasta la tumba de Santiago, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: (el nombre del peregrino) ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa).

En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia». La certificación está firmada por el secretario capitular de la iglesia compostelana. Los peregrinos van cuñando por las villas por donde pasan para que sea acreditativo de que estuvieron allí los días reflejados en la credencial, por eso se les llaman vulgarmente el sello del camino.