Las estadísticas de la oficina de atención al peregrino aseguran que el número de personas que eligen el Camino de Invierno para llegar a Santiago representan menos del 0,1% del total. En cifras brutas, en el 2015 fueron 222, lo que daría una media de dieciocho al mes. Podría parecer que no está mal para una ruta que todavía no ha tenido tiempo de beneficiarse de su recién concedido reconocimiento oficial, pero en las asociaciones que defienden su promoción no se fían de estas cifras.«No son ciertas, hay un problema en el recuento», asegura abiertamente la presidenta de la asociación Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra. Aida Menéndez. A su juicio, el personal de la oficina atribuye por error la Vía de la Plata a muchos peregrinos que en realidad hicieron el Camino de Invierno. Estos dos itinerarios jacobeos coinciden en su tramo final a partir de Lalín y la Vía de la Plata tiene más tradición y volumen de caminantes, así que en esta asociación creen que por inercia quienes toman nota de los datos tienden a olvidarse del Camino de Invierno. «Nos consta -dice Aida Menéndez- que como el peregrino no haga constar expresamente que fue por el Camino de Invierno, es fácil que lo anoten como procedente de la Vía de la Plata».La oficina del peregrino es un organismo de la diócesis de Santiago que se encarga de la acogida de los caminantes que completan la ruta. Su estadísticas recogen solo a quienes van sellando sus credenciales en los puntos habilitados en los diferentes itinerarios y los entregan para lograr la Compostela. Hasta el 2014, los datos que hacían públicos no mencionaban expresamente el Camino de Invierno. Los que lo hacían aparecían en el epígrafe genérico de usuarios de «otras rutas».Pero desde hace dos años, el Camino de Invierno aparece como el octavo itinerario, con sus propios resultados en este recuento. De acuerdo con estos datos, en el 2014 fueron 131 los que recurrieron a esta ruta, un 0,07% del total. En el 2015 fueron 222, un 0,08%. Si las cifras son correctas, la media del año pasado sería de dieciocho peregrinos al mes. Demasiados pocos para ser cierto, a juicio de las asociaciones que defienden esta ruta.Los peregrinos de la fotografía forman parte de un grupo de 55 que la semana pasada empezaron en Monforte el Camino de Invierno. Fotografiados en Rubiás, una aldea de la parroquia chantadina de San Pedro de Líncora, se dirigían hacia la comarca de O Deza, donde esta ruta jacobea confluye con la Vía de la Plata. Esta misma semana, otro grupo similar de peregrinos, pero en este caso de Granada, hacen el mismo recorrido. La presencia de grupos grandes es relativamente frecuente y hace dudar de la veracidad de las estadísticas oficiales, que apuntan que en el 2015 el tráfico medio de peregrinos en el Camino de Invierno fue de dieciocho al mes.
