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El Juego de la Oca y el Camino

13 enero 2018 / Mundicamino

Algunos relacionan el popular entretenimiento con una guía de la Ruta Jacobea diseñada por los templarios, que protegían a los peregrinos.

Varios puentes que aparecen en el tablero existen en la realidad.

Sería una metáfora de la vida, con sus vicisitudes, su comienzo y su final.

¿Cuántas veces has dicho “de oca a oca y tiro porque me toca”, jugando al popular juego de mesa? Hay quien dice que el tradicional Juego de la Oca tiene su origen en el Camino de Santiago. Los puentes, considerados un símbolo de transición, supuestamente se corresponderían con algunos que se encuentran en la Ruta Jacobea. La oca, por su parte, se identificaría con la evolución personal del peregrino y la muerte está simbolizada por Santiago, el paso previo al final, Finis Terrae.

Y es que este entretenido juego de mesa encierra un halo de misterio que lo vincula al Camino de Santiago, al Camino de las Ocas, a los templarios. Antes de que se extendiera por España el cristianismo, el norte era cuna de leyendas, mitologías y cultos paganos de las tribus que vivían en esa zona, las antecesoras de los celtas. Sólo en Galicia existían más de 50 tribus distintas. Adoraban a diferentes seres mitológicos, dioses como el del Sol, o el de los Muertos. Pero también contaban con animales sagrados, cuyo culto, curiosamente, compartían con otras civilizaciones como la egipcia. Uno de ellos era la oca, considerada el ave que les llevaría de camino al paraíso y con cuyas plumas fabricaban amuletos en contra de los espíritus malignos.