La muestra vinculada al 25 aniversario de la declaración del Camino de Santiago como Patrimonio de la Humanidad aspira a ser itinerante.
La iglesia de Santa María La Real y Antigua de Gamonal acogió en Burgos la inauguración de la exposición itinerante ‘Santiago, el peregrino de Burgos’. El objetivo de la muestra se centra en homenajear a Santiago, el primer peregrino, con motivo de la celebración del XXV Aniversario de la Declaración del Camino de Santiago como Patrimonio de la Humanidad.
La exposición está comisariada por el vicepresidente del Cabildo Catedralicio de Burgos, Juan Álvarez Quevedo, y el asesor cultural de la Fundación VIII Centenario, René Payo, y se basa sobre todo en la iconografía de Santiago en la provincia de Burgos. La muestra está formada por 17 obras, y permanecerá en la Real y Antigua de Gamonal hasta mediados de diciembre, cuando será trasladada al a iglesia de San Gil, donde permanecerá hasta febrero de 2019.
Quevedo explicó que esta exposición está «relacionada con el camino de Santiago», pero, con motivo del VIII Centenario han querido «extender esta celebración, primero el camino de Santiago en su recorrido por Burgos y después por toda la Diócesis». El comisario de la muestra indicó que pretenden «que esta exposición vaya a distintos lugares» para que todo el mundo pueda disfrutar de ella.
La exposición arranca en la reconocida iglesia de Gamonal, «porque es un lugar un poco emblemático», explica Quevedo, «fue el primer lugar donde estuvo la sede de la catedral en el año 1074 y enseguida pasó a la Catedral de Burgos». Además, señaló que tiene un «profundo significado religioso y cristiano», debido a que «el mismo recorrido que hace un peregrino en Burgos, le hace un creyente en su vida».
Por su parte, Payo, destacó la serie de esculturas de Domingo de Amberes, «donde se plantea la imagen de Santiago en dos vertientes», dijo, «la imagen de Santiago como peregrino en movimiento y la imagen de Santiago sedente, descansando». Acentuó también la importancia de la ‘Capa de Basilea’, que sale «por primera vez de la Catedral», y que se trata de «una de las piezas textiles más antiguas que existen» en la efemérides burgalesa.
