Apostol

La Variante que nos hace más ricos

09 noviembre 2018 / Mundicamino

La ruta alternativa al Camino Portugués atrae a miles de peregrinos y alimenta nuevas oportunidades económicas; o Salnés quiere consolidar este fenómeno de cara al 2021.

Hace seis años, la Mancomunidade do Salnés decidía apostar fuerte para poner en marcha la Variante Espiritual. El anuncio de semejante empresa causó un estupor generalizado. ¿Se estaba inventando O Salnés su propio camino hacia Santiago? Hasta el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, escuchó con visible incredulidad las explicaciones de Gonzalo Durán -ya entonces al frente de O Salnés- cuando este le hablaba de una antigua ruta, hermana del camino que en su día había realizado el Padre Sarmiento por Galicia. Han sido necesarios apenas seis años para comprobar que aquella idea no era tan alocada. Todo lo contrario. Ha sido preciso muy poco tiempo para demostrar que tras aquel plan había un proyecto capaz de diversificar la oferta turística de O Salnés, de atraer hasta esta zona a miles de personas cada año, y de generar a su alrededor un movimiento económico en crecimiento. Gonzalo Durán no esconde su satisfacción por haber dado en la diana. «Esto es algo que tenemos que aprovechar al máximo. De aquí al 2021 [próximo año Xacobeo] tenemos que hacer los deberes para no perder este tren», asegura el que también es alcalde de Vilanova.

Esta localidad es una de las que más está notando el éxito de la Variante. Hasta aquí llegan los peregrinos y, aquí, tienen que tomar una decisión: remontar el Ulla en barco o seguir ruta a pie, cruzando Vilagarcía, Catoira y Valga hasta recuperar de nuevo el Camino Portugués en Pontecesures. Llegan al centro de la villa natal de Valle Inclán por la pasarela de O Terrón. Allí está, esperándolos, el bar Faro da Lúa. Su responsable, Óscar Casaldarnos, reconoce que el goteo de caminantes es constante. «Empezaron viniendo en verano, pero este año ha habido mucha gente ya desde mayo. Septiembre fue también un mes de muchos peregrinos, y sigue habiéndolos», relata. A su juicio, este nuevo tipo de visitante se está convirtiendo en un revulsivo para la economía de la comarca, porque «comen aquí, van al súper, a la lavandería…».

El peregrino que hace la Variante llega de casi todos los rincones del mundo. Así lo asegura Mari Carmen, del bar Arnelas. Desde China a Argentina. Desde Estados Unidos a Portugal. Desde Noruega a Italia. Con tanta variedad de procedencias, en establecimientos como el suyo se ha vuelto imprescindible hablar inglés. «Los idiomas son una cosa en la que tenemos que mejorar, mucho», explica esta mujer, que destaca la importancia del aeropuerto de Oporto en el éxito de esta ruta. «Mucha gente llega a Oporto, empieza el Camino Portugués y, si ya lo hicieron, coge la Variante».

Y es que otra de las características de esta ruta es que suelen hacerla quienes ya han realizado los recorridos más tradicionales. «Y esta les encanta. Por el paisaje, por ver el mar», relata Mari Carmen. Ella está tan convencida de que esta es una apuesta de futuro, que junto con su marido, Antonio Vázquez, han iniciado los trámites para construir en Ponte Arnelas un albergue para peregrinos privado, que se sumaría a la red de establecimientos públicos y a los dos locales particulares que ya existen en la ruta. Hasta las monjas del Monasterio de Armenteira han visto el filón de los peregrinos, a los que abren su hospedería.

Este rincón a la sombra del Castrove vive una edad de oro con el trasiego del Camino y de la Ruta da Pedra e da Auga. De ello puede dar fe Javier Gil, el propietario del bar Comercio. «Lo de los peregrinos se nota muchísimo. Antes, aquí por la semana no pasaba nadie más que los habituales. Ahora hay mucho movimiento», dice. Sabe de gente interesada en aprovechar el tirón y abrir nuevos negocios en este rincón, alejado del mundanal ruido. «Pero no es fácil porque no hay locales. Esto es una aldea. Son todo casas unifamiliares y no es sencillo encontrar un sitio en el que instalar un negocio», relata. Pero si la Variante se consolida, el crisol de oportunidades acabará eclosionando.