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«Cada peregrino somos un camino diferente»

12 noviembre 2019 / diariovasco.com

Antonio Jarit Cobos, Miembro de la Asociación de Caminos de Santiago de Gipuzkoa
«El Camino de Santiago, a través de sus diferentes rutas, hay que intentar cubrirlo lentamente para poder llegar a saborearlo en su totalidad»

Zapatero de profesión y montañero, peregrino y hospitalero por algo mucho más que afición. Antonio Jarit Cobos es miembro de la Asociación de Caminos de Santiago de Gipuzkoa y alma máter del Hospital de Peregrinos de Beasain, ubicado en el Conjunto de Igartza, a la vera de la milenaria Ruta Jacobea. Es un enamorado de la misma. Conoce y ha pateado sus diferentes caminos. Además, como voluntario, colabora en varios hospitales-albergues de peregrinos. Para Jarit es sumamente importante que el acuerdo de cooperación firmado el jueves, entre el Camino Jacobeo del Interior y el ‘Kumano Kodo’ de la prefectura japonesa de Mie, se llevará a cabo en el Palacio de Igartza, al pie de la milenaria ruta Jacobea.

Un montañero como usted y además enamorado del Camino de Santiago…

-Como en otros casos en el mío es que me gusta el monte, y un día decides entrar en la aventura del Camino de Santiago.

-¿Cuándo se cruzó con la Ruta Jacobea por primera vez?

-El primer contacto que tuve con esta ruta fue gracias a dos grandes amigos que ya no están con nosotros, Txomin Sarriegi y Juanito Lasa. En 1992, ya hablábamos del Camino y ellos lo cubrieron en 1993. Entonces me empecé a interesar por esta afamada ruta. Fui leyendo artículos, informándome sobre la misma, me fue entrando el gusanillo y me lancé a esa aventura de ir cubriendo el mismo.

Se dice que es una ruta que tiene algo de mágica y además alma.

-El de Santiago y todos tienen algo de mágico y la Ruta Jacobea, en mi opinión, tiene alma. Al final cada peregrino somos un camino en sí mismo y a la vez vamos realizando nuestro camino interior. Algunos dicen que van con objetivos deportivos, pero al final tienes tanto tiempo para pensar que te metes dentro de tu propia persona y haces tu camino personal.

-¿Cuándo cubrió el primer Camino de Santiago?

-Fue en 1999 saliendo de Orreaga hasta Santiago, en veinte días. Al año siguiente fui de Somport a Santiago de Compostela, que a pesar de ser más kilómetros cubrí en menos tiempo. Fue reflejo de la inconsciencia del novato, lo digo por el tiempo invertido. Al materializarlo tan rápido no disfrutas del mismo. El Camino de Santiago en sus diferentes rutas hay que cubrirlo lentamente para poder saborearlo en su totalidad.

¿Qué rutas Jacobeas ha transitado desde entonces?

-He completado el Camino Francés, el Aragonés, el de Salvador, el Primitivo, el Lebaniego, el que pasa por la Ruta de la Plata, el de Fonseca… El último que cubrí fue hace dos años, a lo largo del mes de diciembre, saliendo desde casa (Beasain) hasta Santiago. Pasé la Nochebuena, el día de Navidad y Nochevieja, en pleno Camino de Santiago.

-Y está vinculado al mismo como hospitalero voluntario…

-La Asociación de los Amigos del Camino de Santiago de Gipuzkoa, a la que pertenezco, es pionera en lo que el tema de la hospitalidad en el Camino respecta. Nosotros atendíamos el albergue de Roncesvalles, el de Santo Domingo de la Calzada, y el burgalés de San Juan de Ortega entre otros. Diferentes socios guipuzcoanos íbamos a esos albergues a realizar la labor de hospitaleros hasta que en 2011 se abrió el del Beasain (en Igartza) al que ahora me dedico plena y exclusivamente.

-¿Usted en qué lugares ha sido hospilatero?

-En Orrega (Roncesvalles), SantoDomingo de la Calzada en Pasajes de San Juan y en San Juan de Ortega (Burgos).

-¿En esa labor de hospitalero escuchan más alegrías que penas o viceversa?

-En general el 99,99 % de los peregrinos disfrutan del camino, para ellos todo es bueno y positivo. Además, en esa función de hopsitalero no puedes quedarte con la parte negativa si es que la hubiera. Hay que buscarle, siempre que se pueda, el lado positivo.

Se dice que hay peregrinos que llegan a llorar en el Camino…

-Yo personalmente lo he hecho. Aunque soy bastante duro. Hace doce años hicimos el Camino mi hermano, un sobrino y yo. Al llegar a Santiago, en ocasiones anteriores había visto llorar a mucha gente, yo no lo había hecho. Ese año cuando llegamos los tres a Santiago de Compostela, me puse a llorar como una magdalena.

El jueves se firmó en Igartza un acuerdo ligado al Camino de Santiago del Interior.

-Sí, es un acuerdo de colaboración muy positivo entre el Camino de Santiago del Interior y el de ‘Kumano Kodo’ de la prefectura japonesa de Mie. El hecho de hacerlo en Beasain y en el Palacio de Igartza que está al pie de la Ruta Jacobea le otorga mucho más valor.