La ciudad se ha convertido en una parada obligada en esta nueva ruta jacobea cada vez más transitada
El Camino Portugués de la Costa es una de las rutas jacobeas más recientes, pero el número de peregrinos que se decantan por ella crece año a año. Este itinerario parte desde la ciudad de Porto y transcurre junto al mar hasta su llegada a Redondela, donde confluye con el Camino Portugués del interior.
De esta manera Vigo se convierte en uno de los tramos urbanos más importantes de esta ruta. Por esta razón es cada vez más habitual encontrar peregrinos atravesando la ciudad cargados con sus mochilas en su trayecto hacia Santiago de Compostela por el Camino Portugués de la Costa.
Esta ruta ofrece una experiencia muy diferente a todas las demás. Se trata quizás del itinerario más apropiado para recorrer en verano. Así lo considera Brigitte, una viajera belga que ya tiene gran experiencia peregrinando a Santiago, ya que ha hecho la Vía de la Plata, el Camino del Norte, el Francés y el Portugués del interior. Del Camino de la Costa asegura que “es más cómodo, está menos masificado y tiene un encanto más de vacaciones”.
Rocío es una Sevillana que está recorriendo esta ruta por tercera vez acompañada por su familia. Una de las razones por las que decide repetir en el Camino es porque «vivimos con tanto estrés y con tanta prisa que esto te asienta un poco y te hace conectar un poco más con el entorno». Pero son también muchos los peregrinos que eligen esta nueva travesía en su primera vez peregrinando a Santiago, como Jacek y Aleksandra, dos polacos que pensaron que «esta ruta podría ser la más bonita», o Cristina y Heather, dos peregrinas que han cruzado el charco, desde Brasil y Estados Unidos respectivamente, para hacer el Camino de la Costa. Ambas destacan especialmente el contacto con la naturaleza.
