Internos del Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent harán el camino de Santiago.
El grupo, que lleva cuatro meses de entrenamiento con caminatas de hasta 25 kilómetros al día, inicia la peregrinación este martes .
La fe, el ansia de libertad y los beneficios terapéuticos confluyen en una de las últimas iniciativas programadas por el Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent para contribuir a reinsertar a los internos: hacer el camino de Santiago. Los nueve elegidos para completar este reto son seis hombres y tres mujeres del centro, quienes se entrenan duramente desde hace cuatro meses con caminatas que oscilan entre los 15 y los 25 kilómetros dos veces a la semana.
Tras superar los problemas de ampollas y fatiga, ya con el estado físico oportuno para embarcarse en esta aventura, el grupo, acompañado de dos trabajadores de la institución psiquiátrica, partirá este martes, día 4 de mayo, rumbo a León. «Es la primera vez que voy allí. Llevo desde enero haciendo caminatas y todo ha ido muy bien. Soy católica y me espero una misa muy bonita cuando llegue a Santiago de Compostela», explica Begoña, natural de las Las Palmas de Gran Canaria.
«Llevo aquí cinco años y hacer deporte, ya de por sí, es muy bueno para mí. Una salida como ésta me da vida», añade Antonio. Los nueve internos cubrirán más de 300 kilómetros, distribuidos en trece etapas. «Creo que, incluso, nos sobrará algún día, por lo que, una vez lleguemos a Santiago de Compostela, seguramente seguiremos hacia Finisterre», afirma el responsable de la peregrinación, Gabriel.
Para los profesionales del centro, los beneficios terapéuticos de la actividad resultan evidentes. «En primer lugar, hay un fin espiritual, la búsqueda del sentido de la vida; en segundo, está el aspecto rehabilitador, hablamos de pacientes que cuentan con la total confianza de la dirección y se les da la oportunidad de conectarse a la vida, que se sientan libres; en tercer lugar, constituye una apuesta de la dirección para introducir la mayor humanización posible en todas las áreas del hospital», razona el máximo responsable del departamento de Psiquiatría del complejo, Carlos Monera.
Los peregrinos partirán este martes bien temprano, a las cuatro de la mañana, en dos furgonetas. Lo esencial es «llevar un buen calzado y ropa cómoda», destacan todos ellos. Cuentan con algunas modestas ayudas de entidades privadas y públicas y también han solicitado una subvención a la Diputación Provincial de Alicante.
Si alguien puede hablar sobre las sensaciones de realizar el camino de Santiago es José Antonio, uno de los internos que participó en la primera edición que organizó el Psiquiátrico Penitenciario, hace ahora cinco años: «Fue algo inolvidable en todos los sentidos. La gente que te encuentras es una maravilla. Además, la relación con los compañeros de viaje fue perfecta. Iría otra vez si me dejaran, pero hay que dejar hueco a los demás», explica.
«Conoces lugares nuevos, paisajes distintos, gente de muchos países, en un ambiente distendido. Me gustó mucho estar en los albergues, la gente se apoya una a otra, hay solidaridad», recalca este interno. La psicóloga del Módulo coincide plenamente con las palabras de Monera. «Esto supone darles seguridad, aparte de lo que por sí solo significa el ejercicio físico y el control de la alimentación», apostilla.
La medicación para los nueve viajeros ya está preparada en dosis para administrársela cada día. El regreso está previsto para el 19 de mayo.
