Apostol

En el Camino hay gente buena, muy buena y mejor

07 mayo 2018 / Mundicamino

Ginés López Marín es la tercera vez que hace la ruta, pero nunca había llegado a la comarca.

Ginés López Marín, que en marzo cumplió los 66 años, es de esos peregrinos que llaman la atención a primera vista. No solo por la burra Marina, a la que alimentó con biberón desde que se quedó huérfana a los tres meses y ya va por los 11 años, o el perro Comotú, rescatado también de la perrera, sino por el particular remolque -un cuadriciclo recortado- que utiliza como caravana. El sábado llegó a Santiago y ayer enfilaba el camino de Muxía, con idea de pasar luego por Fisterra y volver a Santurce por el Camino de la Costa, después de recorrer unos 1.800 kilómetros. Es la tercera vez que hace la ruta -de hecho ya salió en estas mismas páginas en el 2016 cuando andaba por O Cebreiro-, pero nunca había llegado a la comarca. «Sí que estuve de turismo, pero como peregrino no, esta es la primera vez», señalaba ayer por la mañana sin saber todavía muy bien por dónde iba, ya que «con la burra, el carro y todo a veces tenemos que desviarnos por el Camino en sí tiene puntos con mucha pendiente en lo que es difícil». Eso sí, pese a la lluvia que les acompañó durante más de un mes la experiencia está siendo inolvidable porque «en el Camino te encuentras gente buena, muy buena y mejor que buena», señala Ginés, que venía de Limideiro, donde un vecino le abrió una finca para que Marina pastase. En general se topa con mucha ayuda y cuando no llegan al albergue tiene su «suite».