Apostol

En Kumano el peregrino busca el renacer a otra vida

07 mayo 2010 / Mundicamino

Es presidenta de la asociación japonesa de Amigos del Camino de Santiago y experta en otra ruta de peregrinación similar de su propio país. El Camino de Kumano tiene su origen en torno al año 900 y tuvo su mayor apogeo en los siglos XII y XIII.

El Camino de Kumano (Japón) y el de Santiago son las dos únicas rutas de peregrinación espiritual declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. El recorrido japonés está enclavado en una región montañosa al sur de Kioto. A la naturaleza del entorno (cascadas, montañas, árboles inmensos…) se le considera la morada de dioses y espíritus y, en su honor, se construyeron varios templos sagrados. Con unos 7.000 peregrinos al año el Camino de Kumano lleva varios años fijando su atención en la Ruta Jacobea para emularla en su desarrollo. El congreso internacional que sobre Los Caminos Sagrados reúne estos días en Burgos a más de cien personas expone las características de rutas como la nipona, sobre la que Morioka ofrece hoy una ponencia.

¿Cuál es el origen de esta ruta espiritual?

Es difícil de explicar… Hay una mezcla de tres religiones: sintoísmo, budismo y una tercera minoritaria. Pero la gente que acude a la ruta no siente solo una religión, siento algo relacionado con el universo, algo espiritual que no tiene que ver con un solo dios. El lugar tiene de por sí una energía magnífica y eso es lo que le hace diferente.

¿Cuál es el objetivo o la meta de la ruta?, ¿a qué se venera, por qué o para qué se peregrina?

Se venera a las propias montañas, a la naturaleza. También hay construidos varios templos, pero es más importante el entorno. La gente acude a Kumano porque allí encuentras el renacer a otra vida.

¿Qué tipo de peregrino hace este Camino?

Todo tipo de gente que quiere conseguir algo espiritual. No hay restricciones. Pero si hablamos de qué tipo de peregrinos son los más habituales, te diría que los mayores, los que se han jubilado y quieren buscar algo más, y los jóvenes que sienten algún atasco en su vida.

Por lo que comenta de las tres religiones, ¿se puede considerar como un camino que une a las civilizaciones?

Sí, pero sobre todo une al corazón humano.

¿Cuántos peregrinos contabilizan al año?

Todavía no se conoce mucho, la verdad, porque la provincia está un poco alejada y es una extensión de difícil acceso. Las cifras hablan de 300.000 visitas al año, aunque solo son peregrinos unos 7.000, y de esos un centenar son extranjeros.

¿Qué extensión tiene la ruta?

Depende de cómo lo recorras. Si empiezas en Tanabe y haces la ruta a modo de círculo hay unos cincuenta kilómetros, y si lo inicias en otro punto suma los 170 kilómetros.

El Camino de Kumano y el de Santiago han firmado un acuerdo para realizar acciones de promoción conjuntas. Sin embargo, España y Japón son dos países muy diferentes. ¿Cómo pretenden aunar fuerzas?

Ciertamente son dos países totalmente opuestos, pero no hay barreras ni de raza ni de religión, así que algo habrá en lo que podamos trabajar juntos. El contenido cultural de cada una anima a intercambiar experiencias.

Ambas rutas son Patrimonio de la Humanidad. ¿Qué otros aspectos tienen en común?

Por un lado su origen, que se fija entorno al año 900, y por otro su apogeo: ambos coinciden como época de mayor auge los siglos XII y XIII.

¿Y en la actualidad?

Supongo que el objetivo de los peregrinos: buscar otra vida interior. En cuanto a la infraestructura, el Camino de Kumano está emulando al de Santiago para mejorar su recorrido. Porque por ejemplo hasta ahora no existían albergues. Aún nos queda mucho por recorrer