El presidente del Comité Internacional de Expertos del Camino de Santiago, Paolo Caucci, ha asegurado hoy, en una entrevista con Efe, que actualmente «se está reconstruyendo otra vez, después de 800 años, la unidad de las peregrinaciones mayores» a Santiago, Roma y Jerusalén.
Caucci, catedrático de Historia de la Cultura Hispánica en la Universidad de Perugia, explicó que «se está formando otra vez una civilización de peregrinación de tipo medieval», fundamentada en esa unidad, con un perfil de caminantes que no ha cambiado, lo hacen por los mismos motivos y con la misma mentalidad, si bien subrayó que el «verdadero peregrino se formaba en los Caminos de Compostela».
En este sentido, evocó las tres peregrinaciones para señalar que son «lo mismo», los caminos son «los mismos», y muchos peregrinos que han ido a Santiago van ahora a Roma y a Jerusalén pues, como en la Edad Media, las peregrinaciones mayores comparten civilización y cultura, la misma mentalidad, y sólo se diferencian por la forma de realizarlas, como puede ser en barco, a pie o a caballo.
Ésta es una de las conclusiones del VIII Congreso Internacional de Estudios Xacobeos, que finaliza hoy en Santiago después de tres jornadas de ponencias y debate en las que participaron expertos de Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania o España y que, según Caucci, ha contado con «muy buenos resultados» científicos.
Entre otros, sostuvo que «no son las peregrinaciones a Roma, Jerusalén y Santiago trozos distintos» sino que «las memorias de todo lo que ha dejado el peregrino a lo largo de los caminos muestra una civilización común».
La diferencia, ahondó, estriba en que el peregrino a Roma recorría el interior de la ciudad y sus siete iglesias principales; el que llegaba a Santiago iba a la catedral y «como máximo» a Fisterra; y el que lo hacía a Jerusalén visitaba también Belén, Jericó o Nazaret.
Los motivos también son comunes desde el inicio de las peregrinaciones, pues desde un punto de vista histórico se hacía por un voto, devoción, motivos canónicos y judiciarios -por culpa o por robo, por ejemplo- y por sustitución de otra persona -mediante pago normalmente-.
De todos ellos, señaló a los religiosos como «los principales», entonces y ahora, a los que se añaden la curiosidad, el turismo barato o la aventura, y por ello insistió en que «la parte más profunda del camino no ha cambiado nada», incluso sigue habiendo «vagos, tunantes y mendigantes».
«Hay gente en paro que hace el camino porque no sabe qué hacer» y es algo «que hace siempre bien», indicó el experto, para quien estos tiempos de crisis llevan a muchas personas a recorrer los caminos para compartir experiencias intensas o comunicarse más fácilmente con otras personas.
Por esas razones recomendó hacer el camino, y en concreto destacó del de Santiago su «vitalidad, su fuerza» y su «capacidad de crear valores auténticos» en contraposición a la «decadencia general» de la sociedad actual pues, precisó, «lo que puede ser una cosa superficial en otras dimensiones, en el camino se convierte en una cosa seria».
Caucci adelantó que está trabajando para que Compostela acoja el próximo año la IX edición de este Congreso, con motivo del 800 aniversario de la consagración de la Catedral de Santiago desde un punto de vista litúrgico, espiritual y simbólico.
El objetivo es que este comité de expertos proporcione investigaciones que sirvan a miles de peregrinos e ideas útiles a las instituciones para mejorar su intervención en el camino, concluyó.
