Apostol

Llegan desde Irlanda a golpe de remo

11 julio 2016 / Mundicamino

Cinco artistas, uno de ellos ganador de un Oscar, hacen el Camino de Santiago a bordo de un barco de 7 metros de eslora.

Todo un despliegue de esfuerzo sobrehumano, de bravura marinera y de devoción al apóstol Santiago. Esas fueron las condiciones que hicieron que cinco irlandeses, Danny Sheehy, Liam Holden, Brendan Moriarty, Glen Hansard y Brendan Begley, de entre 52 y 64 años, decidiesen embarcarse en un bote tradicional irlandés y a base de golpe de remo navegasen por etapas desde el puerto de Dublín hasta la dársena de A Coruña, cumpliendo así con su promesa a Santiago apóstol, de llegar hasta la catedral realizando el Camino de Santiago por vía marítima.

El verano del 2014 se subieron a bordo del Naomh Goesnait, de tan solo 7 metros de eslora y 2,5 de manga y construido en madera y en lienzo, sí en el paño que utilizan los artistas para pintar sus obras. Los cinco robinsones navegaron durante cinco semanas hasta que llegaron a la Bretaña francesa. «Allí decidimos que nuestra travesía llegaba a su primera etapa», contó Liam Holden, uno de los dos tripulantes que construyeron la pequeña nave.

Pesca y tiendas de campaña

Cuenta Liam que su navegación la realizaron «costeando, pegados a tierra e intentábamos encontrar en las cartas náuticas una ensenada, una pequeña cala, una playa amable, un diminuto puerto o muelle para hacer escala cuando la noche se nos venía encima». Una vez logrado el objetivo «montábamos nuestras tiendas de campaña y hacíamos la cena y la comida del día siguiente, utilizando, sobre todo el pescado que nosotros mismos capturábamos durante la navegación», contó este marinero.

Después volvieron a sus casas, dejando el barco a resguardo en tierras francesas. Y se aplicaron en sus tareas cotidianas. «Uno es poeta, otro es escritor y Glen Hansard es el vocalista del afamado grupo musical irlandés The Frames y además actor de cine», manifestó Liam.

Este tripulante de la diminuta nave «protagonizó la película Once, una cinta musical irlandesa, rodada en el 2007 en Dublín, y Glen se llevó el Oscar a la mejor canción original», contó Danny Sheehy.

Llegó el verano del 2015. Los cinco atrevidos navegantes se vistieron de traje de aguas y botas y volvieron a embarcar en el Naomh Goesnait. A pesar de no tener cámara de derrota, los marineros llevaban cartas náuticas plastificadas para marcar el rumbo de la proa de su cayuco. «Decidimos que nuestras cinco semanas veraniegas tenían que ser suficientes para llegar desde la Bretaña francesa a San Sebastián». Y lo lograron.

Durante la navegación «nos encontramos con grandes buques, con pequeños veleros y les podíamos ofrecer con nuestros instrumentos melodías celtas, y lo mismo hacíamos cuando arribábamos a algún puerto del Atlántico», narró Liam Holden.

Durante la travesía pudieron observar el mar en toda su intensidad: «La belleza del océano en forma de amaneceres hermosos, de atardeceres únicos, de navegar acompañados por los majestuosos saltos de los delfines». Pero también se encontraron con su bravura: «Vientos, mares fuertes que obligaban a un sobreesfuerzo y a sangrar por nuestras manos agarrados a los remos».

Ahora, a por la compostela

El barco volvió a quedar en seco en San Sebastián. Y allí estuvo durante un año. A principios del mes de junio, los cinco intrépidos marinos volvieron a asir los remos y bogaron con fuerza hacia A Coruña.

Ayer, al mediodía viraron en el morro del dique de abrigo. Hasta allí navegó una zódiac de la Cruz Roja para recibirlos. Les acompañó hasta uno de los pantalanes de Marina Coruña. Al llegar levantaron los remos y alzaron sus voces con júbilo. Mañana caminarán hasta Santiago. Abrazarán el apóstol y recibirán la compostela. El Camino marítimo está logrado, «con mucho esfuerzo y con las manos destrozadas, pero mereció la pena», contó Lim.