Apostol

Camino Catalán I

Etapa

6

Cultura

Lérida

Los ilergetes, de origen íbero, forman un pueblo constituido a mediados del siglo VI aC. Su hábitat se sitúa en lugares elevados, por tanto, es fácil imaginar Iltrida la cima de la Roca Soberana.
Sus caudillos más significativos fueron Indíbil y Mandonio, que defendieron los ilergetes de los cartagineses y los romanos. Una vez vencidos, alrededor del año 205 de nuestra era, la ciudad pasa a llamarse Ilerda. Las crónicas romanes hablan de una ciudad fortificada con un puente de piedra que constituía un municipio creado en tiempos del emperador Augusto. El municipio poseía fértiles huertas que, a finales del siglo III, fueron destruidas por bandas de bárbaros germánicos.
Hacia los años 716-719, Lleida fue ocupada por los sarracenos. Cuatro siglos de convivencia marcaron el carácter de la ciudad.
En octubre de 1149, la ciudad se rindió a las tropas de Ramón Berenguer IV id’Ermengol VI de Urgel. Se otorga la Carta de Población a la ciudad en 1150.
En 1300, Jaime II estableció el famoso Estudi General, que será el único centro de enseñanza superior de la Corona de Aragón hasta finales del siglo XV.
Desde 1382, el gobierno de la ciudad se instala antiguo Palacio de los Sanaüja, obra significativa del románico civil. A partir de ese momento, el edificio pasa a denominarse Palau de la Paeria. El nombre de Paeria corresponde al privilegio de Jaime I (1264), que sustituye el antiguo consulado, de origen romano, por Paeria como forma de gobierno municipal.
En el siglo XVIII, la ciudad recupera su imagen y dimensión. Bajo el reinado de Carlos III se construye la Catedral Nueva.
Actualmente, la ciudad de Lleida, ha adecuado sus infraestructuras para acoger los diferentes barrios que se han unido al centro gracias a la construcción del Puente Nuevo (1973), el Puente de la Universidad (1993), del puente de Pardinyes (1995), la pasarela de Blondel (1997) y la recientemente inaugurada pasarela de la avenida del Segre (2003).

Butsénit

Es un pueblo eminentemente agrícola y una mínima presencia del sector industrial. En su municipio es abundante la caza menor.

Alcarrás

Este pueblo catalán está en la actualidad altamente industrializado. La agricultura y la ganadería van a la zaga del sector industrial y de servicios.
La tasa de actividad es de las más altas de su comarca.
Como nota curiosa, que sirve de nexo de unión a los vecinos de esta localidad, citaremos su gran pasión por los bonsáis. De hecho, tienen una sensibilidad especial en el dificilísimo arte del cultivo de estos árboles en miniatura, lo cual les permite realizar una exposición anual de los mejores ejemplares. Otra de sus grandes pasiones son los caracoles, que cultivan en una granja, igualmente visitable.

Fraga

La formación de Fraga como núcleo urbano se remonta a la época neolítica (los restos arqueológicos más antiguos datan del siglo IV a.C.).
La ciudad adquiere relevancia durante la época Romana Imperial, al encontrarse en la ruta entre Tarraco y Cesaraugusta. El testimonio más importante de la romanización lo constituye el yacimiento de Villa Fortunatus ( s. IV ).
Desde el año 715 hasta el 1.149 Fraga permaneció bajo el dominio musulmán. De la época árabe se conservan el urbanismo del Casco Histórico, el sistema de acequias de la huerta vieja e importantes influencias en el vestido tradicional. El rey Alfonso I ?El Batallador? murió en 1.134 durante el sitio de la ciudad. Fue Ramón Berenguer IV quien reconquistó Fraga en el año 1.159. A partir de esa fecha la ciudad, dividida en barrios o aljamas, estuvo habitada por tres comunidades: árabes, judíos y cristianos.
Tras la reconquista, los reyes concedieron el Señorío de la población al Conde de Pallars. Más tarde, desde 1.251 a 1.336, fueron los Señores de Montcada, y finalmente la reina Doña Leonor la que ostentó el señorío de la ciudad.
Posteriormente se celebraron Cortes Generales del Reino de Aragón en la Iglesia de San Pedro en los años 1.384 y 1.460.