Las próximas cuatro semanas son las que tradicionalmente eligen los romeros foráneos, sobre todo europeos, para hacer su peregrinación a Santiago.
Las últimas semanas del mes de mayo y las primeras del de junio son tradicionalmente las de mayor presencia de peregrinos extranjeros en el Camiño Francés. Este año no fue una excepción y así lo constataban ayer varios de los propietarios de albergues privados de la rúa Maior de Sarria. «Está empezando lo fuerte y se nota», afirmaba una de las hospitaleras con una sonrisa que delataba su satisfacción.
La realidad es que hasta el momento la afluencia de peregrinos que pernoctaban en alojamientos privados no estaba siendo todo lo elevada que se esperaba y había comenzado a cundir un cierto nerviosismo en el sector, mitigado en buena parte tras los buenos datos del pasado fin de semana.
Estas cuatro semanas son de las mejores del año para los hosteleros debido también al tipo de clientela. Los peregrinos que suelen acudir en esta época son mayoritariamente europeos y, excepto alguna excepción, su comportamiento es excelente en todos los sentidos. «Piden con educación y casi siempre se contentan con lo que les dan», manifiestan los hosteleros.
Lo que también se empieza a notar es el descenso de visitantes orientales, más abundante en los primeros meses del año y que suele experimentar un descenso en las últimas semanas de la primavera.
Los próximos treinta días pueden considerarse, por tanto, como una primera prueba de fuego realmente seria para comprobar si el Xacobeo 2010 va a suponer el gran éxito de afluencia que sobre todo las administraciones se han encargado de proclamar desde hace varios meses o si no va a ser tanta panacea como se dice.
Al margen de los visitantes de otros países, ahora también comienza la época en la que numerosos colegios deciden realizar el camino como actividad de fin de curso. El pasado fin de semana varios grupos de estudiantes pasaron por Sarria y ayer dos grupos de centros educativos de Madrid iniciaban su camino con la intención de llegar a Santiago el próximo viernes.
El dato que sí es real es que la presencia de peregrinos es cada vez mayor y que en la última semana el salto cuantitativo puede observarse en cualquiera de los puntos emblemáticos de la ruta. La rúa Maior de Sarria con sus terrazas y albergues repletos de gente era ayer la mejor de las pruebas.
