Apenas 14 kilómetros nos separan de nuestra meta, que no es otra que el Monasterio de Santo Toribio de Liebana.
Esta etapa nos viene bien para recuperarnos de la dureza del día anterior, donde los dos collados pusieron a prueba nuestra piernas.
En esta jornada partimos de una altitud en torno a los 500 metros, para en unos 3 Km. descender a los 250 m. de altitud aproximadamente. Luego el camino es llano, con excepción de los últimos tres kilómetros que son ligeramente empinados.