Dos gallegos comienzan la ruta jacobea desde el punto más al Norte de Europa y retransmitirán su día a día a través de Internet y las redes sociales.
La ceniza del volcán islandés complicó la vida a media Europa, pero algunos no desistieron ni con esas de su afán por la aventura. Es el caso de Andrés Fraga y Juan Rivas, Coru, dos gallegos dispuestos a hacer el Camino de Santiago desde donde ni siquiera hay flechas amarillas pintadas en el suelo, Nordkapp (Noruega). El 21 de abril arrancaba su odisea pero, sin aviones, las cenizas les obligaron a comenzar un poco antes y recorrer en furgoneta y autoestop los 6.000 kilómetros que ahora desandan a pie.
Por ahora sólo tienen presupuesto suficiente para llegar a Polonia
Seis millones de pasos se llama su proyecto que, más allá de una paliza de 40 kilómetros diarios, es un verdadero «reto comunicativo». «Nuestros seguidores en las redes sociales son nuestro aval ante los patrocinadores», explican. Por eso, los mimarán siempre que las condiciones lo permitan. El día a día de Fraga y Coru se podrá seguir en las redes sociales Facebook, Twitter y la gallega Latri.ca; sus vídeos y fotos se podrán ver en Youtube y Flickr y actualizarán su página web y un blog. «Yo soy un inconsciente y Coru está en forma», justifica Fraga. Fotógrafo de profesión y colaborador de este diario, la idea se cruzó en su cabeza mientras esperaba para sacar una foto. Llamó a Coru, un alpinista e ingeniero forestal, y éste se apuntó casi a ciegas. Con el proyecto sin definir, ya estaban convencidos.
Además de las imágenes y comentarios diarios que siguen ya más de 2.000 personas por Facebook, grabarán un documental. Dos pequeñas cámaras que, al estilo road movie, registrarán lo que ofrezca cada lugar en los 11 países europeos que caminarán, así como las personas con las que se crucen. «Será transparente, sin guión», prometen. Para su distribución, ya cuentan con el interés de la cadena pública finlandesa y ofrecerán también el documental a Televisión de Galicia.
La primera parte de su viaje se producirá con temperatura invernal. El paso de las estaciones marcará su discurrir por Europa, pero la etapa más dura será el frío de Noruega y Finlandia. «Las primeras semanas van a ser horrorosas, todo el día en el monte. Así el cuerpo revienta o se acostumbra», apunta Fraga, «pero no es peor que trabajar en una obra». Para los momentos duros ya tienen su mantra, propio del alpinismo: «Aguantar, aguantar y salir por arriba». En su planificación inicial se calcula un día de descanso por cada diez en ruta. Como «el día es muy largo y la cerveza muy cara» confían en superar estas primeras etapas. Para dormir, se llevan una tienda de campaña, pero en los países nórdicos esperan pasar alguna noche de couchsurfers (en la casa de gente que ofrece por Internet un lugar para dormir gratis).
Por ahora sólo tienen dinero para llegar hasta Polonia. Así que cuando terminen de andar cada jornada, tocará buscar más financiación. El Ayuntamiento de Santiago y la Dirección Xeral de Xuventude e Voluntariado de la Xunta colaboran en la aventura, pero aún les faltan fondos para cubrir su presupuesto de 88.000 euros, sustancialmente rebajado respecto a las previsiones iniciales. Más apoyo encontraron fuera de Galicia: marcas como Fjäll Räven y Trekiki ponen su material de viaje, mientras que la compañía telefónica Nokia les facilitó terminales de última generación para estar siempre conectados a sus seguidores. La oficina de turismo de Finlandia también se interesó y les ofreció alojamiento gratuito en el país. Ellos agradecen sobre todo la del ayuntamiento compostelano, que les ayudó con otros patrocinadores. Andrés y Coru enviaron 86 dossieres personalizados y otros más de 50 a diferentes empresas y llamaron a muchas puertas (algunas se las cerraron en las narices y en otras ya era tarde para ayudarles). Por eso afirman que la etapa más dura fueron los tres meses antes de la salida. Pero estos dos amigos de toda la vida confían tanto en llegar hasta el final que dejaron sus trabajos y su vida para ponerse a caminar. «Se pasa mucho mejor de viaje que trabajando. Yo trabajo por temporadas y luego viajo», explica Coru.
Para no echar tanto de menos, esperan que los amigos se animen a hacer alguna etapa durante sus vacaciones y se plantean seguir el ejemplo del actor escocés Ewan McGregor e invitar a famosos a unirse a ellos. «Procuraremos llegar antes que el Papa». El viaje termina en noviembre, justo cuando el jefe de la Iglesia Católica viaja a Compostela, y tras la obligada visita a la Praza do Obradoiro, se irán directos al bar, con los amigos. «Si esta sale bien y no nos arruinamos, tenemos proyectos para tres años».
