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Sin fronteras para cumplir los sueños

24 julio 2016 / Mundicamino

El proyecto Discamino llegó a Santiago con una niña ciega con parálisis cerebral y su madre también invidente. En agosto comenzarán una vuelta a España en bicicleta con seis participantes y tres mil kilómetros.

El sueño de Gerardo Fernández, un vigués sordo-ciego que quiso romper las barreras sensoriales y recorrer las rutas Jacobeas subido en su bicicleta adaptada, sigue creciendo. Este año el reto ha ido un poco más allá, y a los proyectos ya tradicionales se ha unido uno nuevo. Pedalear durante tres mil kilómetros siguiendo la Vuelta Ciclista a España.

La idea surgió nuevamente “de Gerardo, que lleva algún tiempo diciendo que quería dar la vuelta a España. Por eso se nos ocurrió seguir las mismas etapas que los ciclistas pero, con la diferencia de que lo haremos un día antes que ellos y que cada etapa estará dividida en tramos entre todos los participantes en este proyecto para hacerlo más llevadero”, explica Javier Pitillas, el policía local que ha convertido el sueño de Gerardo en realidad para muchas otras personas con discapacidad. En estos momentos están en uno de los descansos del Camino Portugués que iniciaron el miércoles en Vigo y que llegará hoy a Santiago.

La aventura ciclista paralela contará con la participación de seis personas con diferentes capacidades y comenzará el 16 de agosto en Laias, en Ourense. A partir de aquí serán tres semanas trepidantes en las que David, Maxi, Gerardo, Iván, Ana, Isabel y el benjamín Borja, con apenas 13 años, emularán a los grandes nombres del ciclismo mundial.

Estos seis héroes del pedal estarán acompañados en todo momento por seis pilotos y las bicicletas de apoyo, que se irán turnando. Además, contarán con una furgoneta escoba que estará siempre disponible para lo que haga falta. En total, 16 aventureros a los que les mueve el afán de superación y el deseo de que todos tengan la oportunidad de disfrutar del camino sea cual sea el tipo de capacidad con la que cuente.

Pero antes de este reto, Discamino tiene otra cita. Será en Roncesvalles, desde donde saldrán el 7 de agosto para recorrer 800 kilómetros con cuatro peregrinos muy especiales: Javier, que pedalea con las manos; José que con 63 años es el veterano del grupo; Paula y Unia, que con apenas 11 años será el peregrino más joven.

La idea es, según comenta Pitillas, que “según va creciendo la familia darles a cada uno un poco de aventura”. Explica además que “cada uno debe hacerlo a su ritmo y a su nivel, al que debemos adaptarnos”.

La primera gran aventura ciclista de este peregrino aventurero tuvo lugar hace cuatro años cuando hizo el Camino de Santiago acompañado de Javier. Al llegar a la Plaza del Obradoiro dijo «Javier, busca más personas con problemas como yo para hacer el Camino muchos años». Acababa de nacer el DisCamino. Este proyecto tiene como objetivo hacer realidad el sueño de personas con diferentes discapacidades de peregrinar. Desde ese primer año fueron numerosos los caminos realizados. Cada año había un protagonista y un nuevo reto que afrontar. Hoy, cuando lleguen al Obradorio habrán superado otra meta. Que Una niña ciega y con parálisis cerebral y su madre, también ciega, rompan las barreras que algunos creen insalvables. Una historia de amor y devoción en la que participan voluntarios anónimos que sólo buscan ofrecer una oportunidad.