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Turismo da a los peregrinos un plano hecho a mano para que no se pierdan por Vigo

17 julio 2018 / Mundicamino

La ciudad sigue sin estar señalizada pese al auge que vive el Camino portugués.

L Camino portugués por la costa se convierte en una auténtica trampa al llegar a Vigo. La mayoría de los peregrinos se pierden por falta de señalización y en zonas como el Casco Vello, los vecinos se pasan el día indicando por donde pueden salir hacia Redondela. Eso, a los que consiguen llegar a la colegiata. Pese al auge adquirido por esta ruta, tanto por el interior como por la costa, la ciudad aún sigue sin las correspondientes marcas a la espera de que el Concello decida el itinerario.

La responsable de la oficina de Turismo de la Xunta, situada en Cánovas del Castillo, a escasos metros de A Pedra, ha decidido paliar el problema por su cuenta elaborando un plano a mano de las calles de Vigo. Simplemente trata de evitar que los peregrinos sigan vagando sin rumbo. Día tras día aparecen por la oficina despistados dando sus quejas. Los mapas oficiales, tanto de la Xunta como del Concello, no contemplan un callejero específico de la ruta, por lo que gracias a la buena voluntad de la trabajadora logran salir del atolladero.

Sandra, Claudia y Francisco, tres turistas de Bélgica, Alemania y Holanda respectivamente, han logrado llegar hasta García Barbón preguntando a la gente, pero reconocen que no ha sido fácil. «Pienso que al pasar Vigo será mejor, eso nos han dicho. Aquí no hay marcas, nos guiamos por el mar al lado izquierdo, pero cuando hay industrias no lo vemos», comenta Sandra, la que mejor se defiende en castellano.

Las quejas han llegado hasta el Reino Unido. El presidente de la The Confraternity of Saint James se las ha transmitido al presidente de la Asociación Amigos del Camino Portugués, Celestino Lores. «En mayo hizo la peregrinación y me dijo que se perdían y que transmitía malas sensaciones. Me dio las quejas de los peregrinos y me dijo que había que solucionarlo. Su asociación representa a unos cinco mil peregrinos y no conviene que se vayan con esa idea porque se va transmitiendo de unos a otros», apunta Lores. Buena parte de los peregrinos que hacen el Camino portugués ya han realizado antes el francés y se declaran amantes de este tipo de caminatas. Desde diversos sectores coinciden en que este año está de moda y que de seguir así, se superarán las 80.000 personas entre las dos alternativas, la costa y la de interior, según constata la asociación que preside Lores. De hecho, el albergue que gestiona esa entidad en Pontevedra ya ha puesto el cartel de completo y la temporada no ha hecho más que empezar. Para grupos han tenido que habilitar los pabellones, como ya sucedió el año pasado, cuando recibió 2.000 personas agrupadas. «Acogemos sobre un 20 % de los peregrinos que llegan a la ciudad, así que si aumentan, como está previsto, tendríamos que duplicar las plazas», indica Celestino Lores. Confía en que el Concello de Vigo resuelva pronto el problema de la señalización. Él mismo solicitó en el 2009 una entrevista con el alcalde para tratar el tema, aunque hasta la fecha no se ha celebrado. De todas formas, está dispuesto a colaborar para mejorar la situación.