La escasa llegada de peregrinos extranjeros en la ruta jacobea durante esta año 2020 supone un camino muy monolingüe con el castellano como lengua predominante. Otros años el Camino de Santiago con peregrinos coreanos, estadounidenses, europeos, sudamericanos y de otras procedencias internacionales se ha quedado esta año paralizado.
Los peregrinos españoles no completan el conjunto de la oferta. También los protocolos han cambiado y los alojamientos deben hacer adaptaciones, implican ciertos desembolsos. Cuando el peregrino llegue este año al albergue de turno dispondrá de una bolsa desechable en la que meterá el calzado del día, taquillas, sábanas de un solo uso, geles, etc… Los precios medios por noche esta año en un establecimiento privado pueden aumentar pasando de 10 a 12 euros con desayuno.
El Camino no está infectado, los peregrinos deben tener cabeza y extremar las precauciones frente al coronavirus, llevando mascarilla cuando caminemos junto a otros, o guardando la distancia de seguridad suficiente en grupo, también llevar un frasquito con gel hidroalcohólico para ir desinfectando nuestras manos. Quizás en este verano del 2020 los peregrinos tengan menos posibilidades de relacionarse con otros caminantes de otros países, pero en cambio este año se puede buscar la faceta más espiritual de la experiencia jacobea. Y siempre nos quedaremos con la esperanza que el próximo año santo 2021, se parezca más a un año normal