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Camino de Fisterra

Cultura

Ruta principal

Olveiroa

Logoso

Hospital

Cee

Sobresale, como nota típica, el hecho de mantener en pie muchos hórreos de piedra, dentro del núcleo urbano, cuando normalmente este elemento constructivo sólo se da en ambiente rural.
La iglesia parroquial fue reedificada en el siglo XIX, pero conserva la capilla mayor y su bóveda de arco apuntado de la primitiva construcción ojival, de supervivencia gótica, del siglo XVI.
En medio del antiguo barrio de la villa, en el número 2 de la calle de la Magdalena, se encuentra el pazo de Cotón, en buen estado de conservación. El edificio, aunque de pequeñas proporciones, posee una sencilla armonía de líneas con una escalera :ateral de hermosa baranda, balcón y alta chimenea con graciosos remates.

Corcubión

Los orígenes de la villa de Corcubión se pierden en el tiempo. Parece que la opinión más numerosa es que fue fundada por los griegos. Otra corriente de opinión relaciona su origen con núcleos de marineros vascos, para apoyar esta hipótesis afirman que el término Corcubión pudiera ser una evolución de kotsdo-urbión, que en euskera significa ensenada de buenas aguas.
También es posible que los romanos fundaran un núcleo de población en este término.
Cuando ya se posee una mayor seguridad sobre los datos de esta población es durante la Edad Media; en esta época Corcubión pertenece al señorío de los Condes de Traba, Trastómara y Altamira.
La villa fue, desde época medieval, lugar de paso para peregrinos que, tras culminar la peregrinación, continuaban camino hacia Fisterra o Muxía.
Durante el siglo XVIII seguía existiendo una casa de recogida de peregrinos.
Mal comenzó el siglo XIX, esta población, afectada como tantas zonas españolas, por la violencia de la Invasión Napoleónica. En concreto, Corcubión fue arrasado por las tropas francesas al mando del trístemente célebre mariscal Ney. A las tropelías francesas se sumaron las de los ejércitos ingleses. Completamente destrozada, la villa tardó muchos años en recuperarse.

Sardiñeiro

Fisterra - Finisterre

Las particularidades geográficas de la localidad , el Cabo Nerio de los geógrafos grecorromanos, atrajo la atención de los antiguos historiadores, quienes hablaron de ella, aunque sus datos carecen del rigor de la historiografía moderna.
De época romana, y entremezclados con restos de ocupaciones anteriores, se han descubierto en las parroquias de Duio múltiples restos que confirman la existencia de una población importante. La tribu celta de los nerios habitaba estas tierras y es posible que en la zona llana de Duio tuviera su principal asentamiento. De la época sueva se conserva una documentación que nos habla de un castigo infligido por el rey Reckila a la ciudad de Dugium, Duio en época medieval, por haber destruido sus habitantes los templos celtas y arrianos.

Ruta alternativa

Olveiroa

Dumbría

Las tierras de Dumbría tienen un rico pasado histórico y fueron habitadas desde muy pronto, como lo demuestran las diversas huellas de los tiempos prehistóricos. El monumental dolmen de Pedra da Arca es un magnífico ejemplo de la arquitectura megalítica; el petroglifo de Pedra Ancha es una interesante muestra del arte al aire libre de la Edad de Bronce.
Ya en los tiempos medievales Dumbría aparece mencionada pronto en los documentos. Así, una relación de parroquias de la entonces diócesis de Iria y en un texto denominado documento de Tructinio, datado en el año 868, aparece citada Santa Eulalia in Donobria, lo que los historiadores identifican claramente con la actual Dumbría.
Dumbría también está vinculada a la ruta jacobea. Ya desde comienzos del siglo XIII sabemos de un hospital o albergue para peregrinos en la aldea de Hospital que fuera donado por su fundador al cabido compostelano.

Senande

Os Muiños

Muxia

Muxía, obtuvo el preciado estatuto de villa alrededor del año 1345. Este pueblo marinero, cuyas casas están construidas encima de la montaña de arena, formada entre la península que culmina en el Monte Corpiño y el Monte Enfesto en la zona sur, conserva en su parte más antigua varias preciosas casas de cantería, con sus galerías y patines, dentro del más perfecto estilo marinero.
Las primeras casas estaban en la ribera, al abrigo del Monte Corpiño, donde estaba la antigua playa.
La plaza del Cabo da Vila conformaba el extremo sur del núcleo urbano. La zona de la Camposa era la zona más llana, donde se estaban las pocas tierras de cultivo de sus habitantes.
Es realmente dificultoso indagar el origen y fecha de fundación de la villa de Muxía por la falta de documentación. Su origen estaría vinculado, sin lugar a dudas, a la existencia del Monasterio de San Xiao de Moraime, de gran influencia durante toda la Edad Media sobre las tierras que protegía; el Santuario de la Virxe da Barca y la presencia del Conde de Altamira, cuyo lugarteniente, el Capitán Fernán Álvarez de Carantoña, poseía un pazo en la villa, en el lugar de Pena do Pazo.
A principios del S.XIX sobresalía por su importancia pesquera, sobre todo las capturas de sardina y congrio;
a mediados de siglo, yatenía funciónes comerciales y de servicios con respecto al resto del municipio. También empezó a destacar en el arte del encaje por la extraordinaria habilidad de sus encajeras.
Hoy día Muxía es una villa marinera que actúa de centro comercial y de servicios de todo su término municipal, lo que le aporta vitalidad al convertirla en un foco de atracción para los habitantes de los contornos.