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Camino de Fisterra

Monumentos

Fisterra - Finisterre

El faro del fin del mundo

Es el faro situado más al oeste de Europa, con una torre octogonal, la casa del farero y una plaza de homenajes ofrendada al general San Martín y a la que se denomina, Plaza de la República Argentina. Es muy probablemente el más visitado de Europa así como el más próximo a América. Se dice que con días claros se llega a observar la raya de Portugal. Es conocido por todos los navegantes del mundo, por su importancia como medio de advertencia de la proximidad de una costa sumamente peligrosa.

Santa María das Areas

De todos los tesoros artísticos del templo, el más famoso, sin lugar a dudas, es la talla del Santo Cristo de Fisterra. Esta imagen, como muchas otras de la época (el Santo Cristo de Burgos), cuenta con una piadosa tradición que narra cómo arribó a estas costas, tras ser arrojado por la borda de un barco, durante una tormenta.

Estilísticamente se trata de una valiosa talla gótica del siglo XIV. Al igual que al mencionado Cristo de Burgos, se le aplicaron caracaterísticas humanas como la sudoración y crecimiento del pelo y las uñas.

Sin embargo este templo es mucho más que la talla y la capilla barroca del Santo Cristo (1695), cuyo retablo es obra del escultor Miguel de Romay. Cuenta esta iglesia con una magnífica capilla renacentista de la Virgen del Carmen, cuyo retablo igualmente barroco, conserva un importante patrimonio gótico.

La capilla mayor fue realizada en el siglo XIV y alberga la imagen de piedra de la Virgen, una importante pieza del siglo XVI ; a la entrada, muestra una preciosa representación de Santiago Peregrino, algo posterior.

La capilla de la Quinta Angustia y de San Miguel, data de finales del siglo XV y se encuentra adosada al muro de la Epístola; la capilla de Santa Lucía es del siglo XIII y flanquea, junto con la del Carmen, una preciosa puerta exterior de estilo gótico tardío. Aunque el portal principal es de estilo románico, el exterior es de estilo gótico marinero. La torre-campanario data del siglo XVI.

La capilla del actual cementerio perteneció al antiguo hospital de peregrinos, fundado en el siglo XV. En la actualidad está muy transformada. De la misma época es el precioso cruceiro gótico levantado al pie de la carretera.

Santuario Nosa Sra. da Barca

Fue comenzado en el año 1716 por los Condes de Frigilana y Aguilar y terminado por los condes de Maceda, cuyos sepulcros se encuentran en el interior del templo. El entorno natural que rodea el Santuario sobrecoge al peregrino por su indómita e impresionante belleza. Típicas de la zona son las piedras (de Abalar, de Os Cadrís, con sus poderes curativos del reúma, y de O Timón), que la leyenda relaciona con el casco, la vela y el timón de la barca de piedra que trajo a la Virgen a esta tierra para ánimar al Apóstol Santiago en su difícil misión evangelizadora.

La coronación canónica de la imagen mariana en el mes de agosto del año 1947 fomentó su culto.

San Martiño de Duio

Lires

Frixe

Iglesia de Santa Leocadia

Es un pintoresco y pequeño templo románico rural del siglo XII. Presenta una sola nave de ábside rectangular, que alberga la imagen en piedra de la patrona de Frixe, Santa Leocadia.

Morquintián

Iglesia de Santa María de Morquintian

Es un templo románico, que presenta una planta de única nave y ábside rectangular, cuya parte exterior correspondiente a la nave principal cuenta con una curiosa colección de canzorros, donde aparecen representados tanto motivos zoomorfos como antropomorfos.

Es de la misma época que los templos de Frixe y Nemiña y sus caracteres generales, muy similares. Afortunadamente su nave central no sufrió ninguna reforma; por el contrario, la cabecera fue modificada en el siglo XVIII.

La entrada principal es una sencilla puerta con arco rebajado, apoyado en dos columnas adosadas que terminan en sus respectivos capiteles; un poco más alto se puede ver una ventana circular, restos de un primitivo rosetón. Sobre la cima del techo se asienta una antefija. El campanario, queda en el muro lateral norte, adosado a la sacristía.

Muxia

San Xiao de Moraime

Es un conjunto Histórico-Artístico de estilo románico, del siglo XII. Entre dos torreones desiguales se abren dos rosetones también desiguales, y varios vanos románicos flanquean un pórtico poco equilibrado a causa del desnivel del terreno. Lo mejor del templo son sus tres portales, de gran belleza y gran valor artístico.

El portal meridional cuenta con una bella representación de la última Cena, en el tímpano.

En el interior, sus muros muestran unas buenas pinturas románicas que representan los siete pecados capitales.

en un campo próximo al lateral sur de templo se han realizado excavaciones en las que aparecieron restos de una necrópolis romano-cristiana.

Monasterio de San Martiño de Ozón

Es un magnífico conjunto integrado por la casa rectoral, la iglesia y un gigantesco hórreo. Los datos documentales más antiguos datan de principios del siglo XIV, aunque se sabe que existía en épocas anteriores a esta fecha. Del primer templo románico se conservan dos ábsides circulares. Entre el muro de la iglesia y el de la huerta de la casa rectoral, existe un pasadizo en el que se conserva un arco ojival del primitivo cenobio.

Muy hermoso es el campanario del templo, de estilo barroco

Santuario de la Virxe de a Barca

Este santuario es uno de los más antiguos de Galicia. Su antigüedad parece vinculada a la fundación de la primera capilla, aproximadamente en el siglo XI o XII. Viajeros y escritores se refieren a ella al menos desde el siglo XVI.

El culto a las piedras es un elemento muy enraizado en la cultura celta y, aún anterior, ya que se puede comprobar esta adoración en el periodo Neolítico, época final de la cultura dolménica. Las piedras oscilantes han sido también objeto de culto y de prácticas esotéricos.

Siguiendo esta ancestral tradición celta, La Pedra de Abalar de Muxía está ligada a las leyendas jacobeas, que cuentan la llegada de la Virgen María a estas costas, en una barca de piedra, para socorrer al Apóstol Santiago, desanimado por el escaso éxito que obtenía en su evangelización. La Virgen volvió al cielo, pero la barca (Pedra dos Cadrís), el timón (Pedra do Timón) y la vela (Pedra de Abalar) permanecieron allí.