Apostol

Camino del Sur

Etapa

4

Cultura

Minas de Río Tinto

Este pueblo era dependiente de una sola actividad, la minería.
En la Edad del Cobre los Fenicios, Tartesios,… y otras entre las primeras civilizaciones, ya desarrollaban la actividad de la minería. Pero el mayor impulso se debe a los romanos, que con nuevas técnicas siguieron con la explotación minera.
En el siglo XIII, el sueco L.Wolters, con la compra de las minas, desarrolla principios científicos en la explotación.
En 1873 un consorcio británico compró las minas al estado y fundó “Riotinto Company Limited”. Esta compañía, en 1888 realizó grandes zanjas al aire libre para las calcinaciones de los minerales, lo que desató una de las primeras protestas relacionadas con el medioambiente.
Con la construcción del ferrocarril entre Riotinto y Huelva, se demostró la fuerza económica que tenía la localidad, y es en esta época de esplendor cuando se lleva a cabo la construcción del lujoso barrio de “Bella Vista”.
En 1954 las minas vuelven a formar parte del Estado, con empresas tales como “Unión Explosivos Riotinto” o “Riotinto Minera” y en la actualidad “Minas de Riotinto S.A.L.” Las minas no han conseguido la riqueza de antaño y han entrado en un túnel sin salida.

Campofrío

Las primeras citas históricas del pueblo datan de la Baja Edad Media, exactamente de los años 1401 y 1411, en las que se hace referencia a esta aldea, entonces de Aracena, de la que se segregó como villa mediante Real Privilegio del Monarca Fernando IV, el 5 de abril de 1753, teniendo una iglesia vicarial dependiente de la metrópolis desde el siglo XIX. De los restos arqueológicos hallados en el término municipal destacan las hachas de sílex, los copiosos escoriales correspondientes a la segunda Edad de Bronce y otros depósitos posteriores a ella, procedentes de explotaciones más perfectas. También se han descubierto sepulcros ibéricos y una piedra semiesférica, de granito de un diámetro de 1,21 metros, en la que aparece tallada una orla geométrica y letras identificables como alfabeto ibérico. Quizá los más interesantes descubrimientos correspondan al Cerro de Cobullos, donde existen restos de toscas viviendas agrupadas, un aljibe no mal conservado y fortificaciones en la cima que acusan la existencia de un castro ibérico de la segunda Edad del Bronce.
De la dominación romana existen vestigios de una calzada, sepulcros e inscripciones, vasijas cerámicas, lacrimatorios candiles mineros, monedas de varios emperadores, restos de una necrópolis en el sitio llamado Risco del Tesoro, donde además existen cuppas talladas en granito, una de ellas con inscripción, y, finalmente una pequeña escultura de una mujer hecha en bronce, que se conserva en una colección sevillana.

Aracena

La zona de Aracena ha estado habitada desde épocas antiquísimas. Del III milenio a.C. hay restos de talleres líticos en la Cueva de la Umbría. De mediados del II milenio encontramos restos en el poblado del Castañuelo, y también de la cultura céltica que se asientan en la zona en el siglo V a.C.. Por los vestigios hallados sabemos que se dedicaban, además de a labores agrícolas, a la metalurgia. En el siglo I es cuando se asientan los romanos para la explotación de las minas de la zona. Utilizaron un sistema de pequeños núcleos agropecuarios que sustentaban el asentamiento y que serían, probablemente el origen de Aracena y de varias de las poblaciones de la zona. De la dominación musulmana, en que dependió de Niebla y de Sevilla, apenas quedan restos. A finales del siglo XV, es Aracena la entidad más poblada de la provincia de Huelva. La ciudad está presidida por el Cerro del Castillo. Bajo este cerro discurre un laberinto de pasadizos, lagos y paredes inundadas de estalactitas y estalagmitas. Es la Gruta de las Maravillas, abierta al público en algo mas de 1.000 metros de recorrido acondicionados con juegos de luz, música y color. Interesantes son también el Museo Geológico-minero y el Museo de Esculturas contemporáneas al aire libre. Así como la Fuente de la Zulema, o el nacimiento del río Odiel en Marimateos.