Apostol

Camino del Sur

Etapa

3

Cultura

Valverde del Camino

Según los historiadores, parece que el origen del pueblo de Valverde del Camino comienza con la construcción de una alquería que sirvió de mesón y alojamiento para mercaderes, el cual recibió el nombre de Facanías, al parecer de origen de hebreo o árabe. Con este nombre aparece en el acta del Condado de Niebla, fechada en el año 1369.
A finales del siglo XV es cuando se transforma en Valverde del Camino. El apelativo de camino podría referirse al antiguo camino romano, que estos construyeron para enviar el mineral extraído del norte de la provincia. Actualmente quedan unos 5 Km. de dicha calzada romana.
Con el paso del tiempo fue aumentando la población en torno al antiguo mesón. El lugar estuvo bajo el protectorado del Condado de Niebla hasta el siglo XVIII, y más concretamente hasta el año 1732, momento en el que bajo el reinado de Felipe V y con el consentimiento del Señor del Condado, el Duque de Medina Sidonia, logra independizarse.
El emplazamiento de Valverde del Camino se encuentra en una encrucijada de caminos. Su situación en las faldas de las sierras de Rite y León, fue paso obligado para los viajeros. En 1369, en el acta fundacional del condado de Niebla, aparece el lugar de Facanías. A finales del siglo XV Facanías se transforma en Valverde del Camino, haciendo referencia seguramente al Camino Romano que pasaba al pie de la población.
En las postrimerías del siglo XV, y como consecuencia de la concesión de tierras (ampliación de la Dehesa Boyal), la población se va afianzando llegando a alcanzar 100 vecinos o familias en 1503. En 1591 existían ya 291 vecinos. El crecimiento de la población da origen a las primeras calles, de trazado irregular y de gran pendiente, amoldándose al relieve de las lomas que protegían la venta: martín Sánchez, Gabatón del Orín (hoy Las Cruces), Luis Fernández (hoy Barrio Viejo) y Santa Ana.
A comienzos del siglo XVIII, la aldea de Valverde del Camino seguía dependiendo de la villa de Niebla, tanto en lo político como en lo jurídico y económico. En 1732 la aldea se independiza de Niebla y consigue el título de villa de manos del rey Felipe V, con el beneplácito de Niebla y del dueño y señor del Condado, el Duque de Medina Sidonia.

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El Campillo

Este pueblo nace en el siglo XVII, en el año 1650 aproximadamente como caserío-ganadero. Era dependiente de Zalamea la Real.
Con la llegada de los ingleses a las minas de Río Tinto, el pueblo sufre una explosión demográfica. Comenzando por la aparición de numerosos mineros en busca de trabajo. Por esta circunstancia el pueblo pasó a ser agrícola-ganadero, compartiendo esta actividad con la de la minería. Con el paso del tiempo la base principal de la economía de El Campillo fue la explotación minera, olvidando su actividad primitiva.
Esta transformación, hace que el pueblo se divida en “El Campillo Viejo” (Perfil agrícola) y “El Campillo Nuevo” (esencialmente minero).
Hoy en día, todavía quedan los vestigios de aquellos asentamientos ingleses, en la construcción de calles formadas por perfectas manzanas. Todo lo contrario en el caserío primitivo, formado por calles totalmente irregulares.
El Campillo siempre ha sido un pueblo con inquietudes culturales. En 1972 realizó el primer Certamen Provincial Independiente de Artes Decorativas de Huelva, quedando ganador el gran artista nervense Martín Gálvez, pintor de la Vida y la Soledad.

Minas de Río Tinto

Este pueblo era dependiente de una sola actividad, la minería.
En la Edad del Cobre los Fenicios, Tartesios,… y otras entre las primeras civilizaciones, ya desarrollaban la actividad de la minería. Pero el mayor impulso se debe a los romanos, que con nuevas técnicas siguieron con la explotación minera.
En el siglo XIII, el sueco L.Wolters, con la compra de las minas, desarrolla principios científicos en la explotación.
En 1873 un consorcio británico compró las minas al estado y fundó “Riotinto Company Limited”. Esta compañía, en 1888 realizó grandes zanjas al aire libre para las calcinaciones de los minerales, lo que desató una de las primeras protestas relacionadas con el medioambiente.
Con la construcción del ferrocarril entre Riotinto y Huelva, se demostró la fuerza económica que tenía la localidad, y es en esta época de esplendor cuando se lleva a cabo la construcción del lujoso barrio de “Bella Vista”.
En 1954 las minas vuelven a formar parte del Estado, con empresas tales como “Unión Explosivos Riotinto” o “Riotinto Minera” y en la actualidad “Minas de Riotinto S.A.L.” Las minas no han conseguido la riqueza de antaño y han entrado en un túnel sin salida.