Apostol

Camino de Baztán

Tramos

Berroeta-Lanz

15.0 km

1. Berroeta - Lanz - 15.0 km

Situados en la plaza donde se ubica el frontón cubierto, y mirando hacia el sur, tenemos una hermosa casa como cierre. Salimos por la calle de su derecha.

Enseguida descendemos por asfalto. Debajo queda un prado sobre el que asoman tres chalets modernos. A nuestra espalda queda la iglesia mientras bajamos hacia el barranco por el que discurre la carretera de Belate.

El descenso es pronunciado. Pronto (4 minutos) cruzamos la carretera de acceso a la localidad y seguimos descendiendo por senda protegida por avellanos.

La senda herbosa se despeja después y vemos que bajo nosotros circula la carretera general.

Vertiginosamente bajamos, protegidos por barandilla de madera, hasta la boca de un túnel peatonal que nos permite pasar con comodidad al otro lado del asfalto.

A continuación descendemos unos metros más para cruzar también la vieja carretera (anterior a la apertura de los túneles de Belate).

Finalmente otro descenso y seguimos, casi en llano, por hermoso camino entre barreras de piedras, hacia el puente sobre la regata.

Cruzamos la regata Marín.

Estamos en el punto más bajo de la etapa. Al otro lado hay un cruce de caminos junto a una borda.

Junto a la casa seguimos por un camino a la izquierda. Está bien señalizado con las flechas amarillas. Es la calzada de Salditz, enlosada de viejas piedras en algunos puntos.

Más allá hay un portillo que tomamos por la derecha. Ascendemos por la ladera. El viaducto que salva la regata más al sureste nos muestra sus columnas de impresionante altura.

Una tapia casi cubierta por musgos nos acompaña a la izquierda. Vamos entrando bajo la cubierta del bosque de robles . Olvidamos las desviaciones, que conducen en su mayor parte a diferentes prados.

Bifurcación. A la izquierda. Bien señalizada.

El camino supera en la ascensión varios portillos y va trazando algunas curvas cerradas. Hemos de agacharnos bajo 2 ó 3 árboles caídos.

Hay todo tipo de helechos: lenguas de ciervo, helecho macho, cabello de Venus, polipodio. También hay ruscos, avellanos. Una gran profusión de vegetación y hojarasca acompaña nuestro camino. Entramos en algunas manchas de abetos de Douglas.

Tres minutos después, en otra bifurcación, desechamos la línea recta y torcemos a la izquierda.

Entramos al lugar en una curva cerrada de la antigua carretera y subimos hacia el centro.

La localidad sufría el tráfico de la N-121A hasta que se realizó una variante que evitó no sólo el paso sino algunas curvas peligrosas. Después el trazado se renovó con la apertura de los túneles. Hoy es un plácido lugar que constituye el último núcleo de población de Baztan antes de pasar Belate y entrar en Ultzama.

Se inician gestiones para intentar habilitar un albergue de peregrinos. Existen algunas opciones muy interesantes.

Salimos de Almandoz por el lado contrario, en ascenso, y seguimos la carretera hasta la curva (cerca del cruce de acceso a la general).

Tras superar la casa Etxetxar arranca camino, primero asfaltado y después cementado que sale por la derecha con fuerte pendiente ascendente. Superamos paso canadiense en pocos metros y tras alguna curva vamos ascendiendo paralelos y cercanos a la general N-121A.

A 200 metros del primer túnel de dicha carretera pasamos bajo la misma por túnel peatonal.

Al otro lado del paso (60 metros más arriba), el camino traza cerrada curva a la izquierda para acceder al caserío Bentaberri.

En el inicio de la curva salimos por la derecha por camino herboso.

Suave ascenso con alambrada a la derecha y una moderna acequia de cemento, amplia, a la izquierda, que recoge las aguas de escorrentía de los inclinados taludes abiertos por las obras de la carretera.

Llegamos a un punto en el que una pequeña cata cementada cruza el camino para desaguar en la principal. Aquí nos alejamos de la alambrada por el camino central que asciende con más decisión.

Poco después encontramos las primeras hayas. Suelo limpio, con acebos sueltos y bien desarrollados entre el hayedo.

Venta de San Blas.

Aquí se levantaban antiguamente la ermita y el hospital de peregrinos de San Blas.

Hoy sigue siendo un lugar estratégico donde podemos, en la tranquilidad de una carretera apenas transitada, reponer fuerzas con la amable atención de los propietarios.

Por detrás de la fuente situada en el centro de la curva asciende camino entre dos filas de árboles.

Cuatro minutos después cruzamos de nuevo el asfalto y ascendemos hacia un portillo con escalera.

La senda asciende paralela a la carretera, con bastante pendiente.

Salimos por la parte superior abandonando los últimos árboles.

Debajo a la derecha se ven Venta Quemada y la cinta de la carretera. Por encima de un bosquete de repoblación de coníferas llega el camino que sube a unirse con el nuestro y que es la habitual ruta  de ascensión a Salou.

Junto a la regata. El lugar fue en la edad Media un importante hospital de peregrinos. Hoy ha sido restaurado aunque se encuentra un tanto aislado.

El entorno es agradable, salvo en invierno, que resulta muy frío. El camino pasa entre los dos edificios y gira a la derecha para bajar a cruzar el cauce del naciente río Ultzama por puente de losa de hormigón.

Hasta no hace mucho existía un puente románico.

Una vez superado, en una curva, sale una senda herbosa a la derecha, por la que nos internamos otra vez en el bosque de hayas, en ascenso.

Monasterio de Belate

Abandonando la dirección que llevamos tomamos camino algo encajado en medio del bosque, a la izquierda.

En tres minutos alcanzamos un collado e iniciamos un ligero descenso.

Más adelante, señalizado en los troncos, tomamos camino a la derecha. El cruce está marcado también con un cairn.

Vemos unos minutos después las Ventas de Ultzama, algo más abajo a la derecha (esto si los árboles están sin hoja).

El camino es amplio y cómodo, con ligero sentido ascendente.

Se van sucediendo de vez en cuando algunas bifurcaciones, pero todas están claramente señalizadas.

La pista comienza a descender con claridad. Ahora tenemos un barranco a la izquierda.

Cuatro minutos después llegamos a un collado entre dos barrancos. Los caminos pueden ocultarse bajo los grandes montones de hojarasca. Pero las señales amarillas en los troncos nos guían.

El camino gira en descenso a la izquierda y abandona el bosque. Primero con ortigales a ambos lados, y después encajado entre tapias, setos y alambradas desciende y se aleja de los hayedos de Belate.

Espinos, y otras especies se multiplican y forman setos entre los que pasa el camino.

Pronto divisamos a la derecha el valle de Ultzama y pocos metros después aparece el casco urbano de Lantz bajo nosotros.

Se nos une un camino por la derecha.

El nuestro aumenta en anchura y baja decidido hacia el pueblo.

Poco después se une otro camino más.

Por un callejón lateral alcanzamos la calle Mayor de Lantz y girando a la derecha nos acercamos al centro.

Damos por terminada esta etapa junto a la Posada, que constituye el centro de la localidad.