Apostol

Camino de Madrid

Etapa

5

Cultura

Segovia

A pesar de que la leyenda hace intervenir al Hércules egipcio como su fundador, la realidad histórica es bien distinta. as excavaciones arqueológicas demuestran que un poblado celta ocupó este espacio, que más tarde fue conquistado por Roma. Bajo la dominación romana se construyeron el Acueducto y numerosas calzadas, de las que hoy tan sólo se conservan pequeños tramos.Segovia también fue la cuna de ilustres personajes, que adquirieron gran poder e influencia en la historia de su tiempo como el futuro emperador Teodosio, nacido en el año 346 d.C. en la ciudad de Coca.
Tras la crisis del Imperio Romano y el advenimiento de los pueblos del Norte, la administración y el poder quedan en manos de los visigodos, en cuya época nacerá en el año 642, San Frutos, Patrón de la Ciudad, quien junto a sus hermanos se retiró a las orillas del río Duratón donde tuvo lugar el milagro de la «cuchillada de San Frutos».
Sustituido el poder visigodo por la invasión musulmana, Segovia se convirtió tierra de nadie, habitada únicamente por pastores y transeúntes hasta que Alfonso VI a comienzos del milenio incentivó la repoblación de estas tierras.
Segovia conoció las numerosas invasiones árabes, aunque la peor de todas fue la dirigida por Abderramán en el año 756 que destruyó, en su vorágine de violencia, algunos arcos del Acueducto, reconstruidos por los Reyes Católicos.
En el s.XIV,durante el periodo bajo medieval sube al trono Enrique II de Trastamara, cuyo hijo, el infante don Pedro, cayó por uno de los balcones del Alcázar. El XIV no fue un siglo muy afortunado para la ciudad.
El siglo XV, sin embargo, fue el «siglo de Oro» de Segovia: se consolida la industria pañera que alcanza fama mundial; los reyes la frecuentan, pasando largas temporadas en el Alcázar, muchos nobles, deseosos de alcanzar influencia en la Corte, construyen sus palacios en la ciudad.
Juan II fue coronado rey en la catedral de Segovia a los pocos meses de nacer. En 1425 nace su hijo Enrique IV , gran rey para la Historia de Segovia ya que le concedió multitud de privilegios (el mercado de los jueves), realizó numerosas y notables reformas en multitud de edificios, sobre todo en el Alcázar y construyó una ceca junto a la iglesia de San Sebastián, un palacio real junto a la de San Martín, la ermita de los altos de la Piedad, el Monasterio del Parral, etc.
En 1472 se celebra el sínodo de Aguilafuente y el obispo Juan Arias Dávila manda imprimir en Segovia el Sinodal de Aguilafuente, considerado el primer impreso realizado en España.
El final del siglo traería a la ciudad su implicación en la sucesión al trono del rey Enrique IV, tomando la ciudad partido por Isabel a quien corona reina de Castilla en el atrio de la iglesia de San Miguel.
El siglo XIX le cambia la cara a Segovia, que recibe el ferrocarril y remoza su aspecto derribando casas para dotar a sus calles de un aspecto más moderno.
El siglo XX pilla a Segovia mirando hacia el pasado, pero con una muy buena base cultural que atrae a los amantes del Arte: Zuloaga, la Universidad Popular fundada por Antonio Machado, un Instituto de Segunda Enseñanza. En la década de los 90, se realizan numerosas reformas, que aún continúan, para mejorar la ciudad de cara al turismo, fuente principal de su economía.

Zamarramala

Hace muchos siglos Zamarramala fue «encomienda» de la Orden de Malta y anteriormente de la Orden de los Caballeros Templarios, vestigios de esta época son la Iglesia de la Vera Cruz, El Lignum Crucis y algunas tallas románicas.
Posteriormente fue arrabal de la ciudad de Segovia y más tarde pueblo con ayuntamiento propio.
La relación de Zamarramala con la época de ocupación árabe de la península también se ve reflejada en la leyenda, según la cual, las zamarriegas conquistaron el Alcázar de Segovia.
Algún servicio importante debieron prestar los zamarriegos a los Reyes de Castilla para que estos les confiaran la guardia y custodia del Alcázar, concediéndoles fueros y privilegios al pueblo de Zamarramala. Los habitantes de Zamarramala estaban exentos de quintas, contribuciones y de prestar alojamientos cuando la Corte Castellana se trasladaba al Alcázar.

Valseca

Sabemos que, a nivel administrativo, el pueblo de Valseca pertenecía desde el siglo XI al «Sexmo de Cabezas», eminentemente agrícola. Pero
las primeras referencias documentales sobre este núcleo datan del año 1247 y por ellas sabemos que en esta época era conocido como “Val Seca” y “Balseca”. Su significado es Valle Seco y puede tener relación con su ubicación geográfica.
En los años 1591 y 1845 se tiene constancia de que el nombre completo del pueblo era el mismo que en la actualidad : “Valseca de Boones”. Según el escritor Pedro Luis Siguero, estos términos se refieren a los buhoneros (vendedores ambulantes), que recorrrían estas comarcas ofreciendo productos de primera necesidad y utensilios para las labores agrícolas.
Las primeras noticias del pueblo corresponden a la etapa posterior a la invasión musulmana, puesto que anteriormente los habitantes estaban ligados a la nobleza segoviana.
Su gran producción agrícola convirtió a esta parroquia en una de las más productivas del Obispado de Segovia. Sabemos, además, que la justicia del pueblo era llevada a cabo por dos alcaldes que dependían del Corregidor de Segovia.
En el siglo XVIII, el monarca Carlos III, en el año 1773, mediante una Real Cédula, señala que los reos de delito puedan refugiarse en la Iglesia de Valseca.
El siglo XIX fue muy malo para la población por las calamidades meteorológicas que se produjeron y que llevaron a un círculo vicioso de malas cosechas,
Además de los desastres climáticos, el pueblo hubo de sufrir los desastres producidos por la Guerra de la Independencia, hecho del que poseemos pocos datos, aunque se puede pensar que Valseca quedara bajo la dominación francesa y por lo tanto, se escondieran todo tipo de datos.

Los Huertos

Su historia está bastante ignorada. Se supone que tendría asentamientos humanos permanentes en fechas muy tempranas, dadas las especiales condiciones geográficas del lugar (un arroyo y muy cerca no al río Eresma, en un pequeño valle resguardado del frío). Es un pueblo que está en un pequeño valle al resguardo del frío.
Los primeros testimonios escritos datan de la Edad Media, cuando el pueblo recibía el nombre de Santa María de los Huertos, acortándose a su actual nombre a finales del siglo XVI. Perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia.

Añe

Este pueblo, que tiene el nombre más corto de toda la geografía provincial, atribuye el origen de su denominación a un poblador medieval, y que se llamó en su origen Fannius, que derivó en Fañe.
Aunque perteneció administrativamente a la localidad de Armuña varios años desde su incorporación en 1972, se segregó de ella en 1981.
El pueblo ha dependido también durante mucho tiempo del río Moros, que baña el término antes de desembocar en el río Eresma. En la zona hay álamos negros, chopos y algunos pinares gracias a los cuales la actividad maderera resulta muy importante. Esta aportación de madera, junto con el ganado de pasto, conjuntamente con cultivos de cereal y viñedo. Los sauces y los fresnos dan lugar a un rico soto muy valorado y que estuvo a punto de ser anegado por el embalse de Bernardos, proyectado en varias ocasiones a lo largo del siglo XX.
Su cercanía a Segovia, los paisajes naturales y la ubicación en el Camino de Santiago desde Madrid permiten que el pueblo mantenga proyectos de crecimiento y desarrollo.

Pinilla Ambroz

Santa María la Real de Nieva

La historia, que podemos comprobar documentalmente, comienza a finales del siglo XIV. Hasta entonces era únicamente un conjunto de tierras para el pastoreo. Su entrada en la Historia tiene lugar en el año 1.392, cuando la reina Catalina de Lancaster visita la zona para conocer el lugar exacto donde, según cuenta la tradición, había aparecido enterrada una imagen de la Virgen, a quien, este motivo, se la conoce como Virgen de la Soterraña-. La piadosa reina ordenó construir en ese mismo emplazamiento un santuario en el cual honrar a la Madre de Dios.
El efecto secundario de la construcción del edificio fue el aglutinamiento de población a su alrededor.
En el año 1.395 el rey Enrique III, concedió a su esposa la potestad sobre el lugar y se fijó un pequeño término para la villa.
A finales de 1.399 el santuario se cedió a la Orden de Predicadores de Santo Domingo y se comenzó la construcción de un monasterio.
Siguiendo el camino comenzado por Doña Leonor, durante todo el siglo XV, las reinas de Castilla tuvieron el título de «Señoras de la villa». En el monasterio murió Blanca I de Navarra y en Santa María se encuentra su panteón.