Es esta una larga y dura etapa, pero muy interesante, no sólo por el hecho de alcanzar la capital soriana, también por los muchos lugares, algunos abandonados, por los que el peregrino pasa.
Una buena parte de este trayecto, discurre sobre lo que fue la calzada romana de Caesaraugusta (Zaragoza) a Asturica (Astorga), catalogada con el número XXVII del itinerario Antonino; buena prueba de ello es el puente romano sobre el río Rituerto, cercano a Masegoso, en un excelente estado de conservación.
Tras rodear la Sierra de la Pica, poblada únicamente por modernos aerogeneradores. Estamos en los Campos de Gómara. Suelo arcilloso y clima severo que sólo permite el cultivo de cereal en los terrenos ganados al monte bajo.
Dejando a la izquierda la sierra de Santa Ana, llegamos al Duero. Estamos en Soria.