Apostol

Camino del Norte

Etapa

14

Cultura

Santillana del Mar

El hombre ya encontró en esta región su lugar en la Prehistoria, como queda demostrado en las Cuevas de Altamira, una verdadera lección de cómo vivían nuestros antepasados.
El desarrollo en la Edad Media viene marcado por la peregrinación a la ermita de la mártir Santa Illana, que fue enterrada en el siglo XIII. Sobre esa ermita se construye un monasterio, que es el origen de la actual Santillana. Desde los siglos IX al XIII, la villa vivió unos siglos de esplendor comercial y religioso, apoyado por la nobleza y privilegios reales. Se construye la Colegiata y se articula la población a partir de la Rua del Rey.
En el siglo XV, la Casa de los Mendoza pasa a tener el poder, convirtiéndo a Santillana en un villa de acentuado carácter señorial, de lo que nos dan muestra las diferentes casas edificadas en el casco antiguo.

Oreña

En Oreña hay el dicho popular: Si oyes la cueva de Oreña coge el burro y vete a por leña. Al sonar las cuevas quiere decir que la mar está mala y por lo tanto que hará mal tiempo. Esto es debido la considerable cantidad de cuevas en la costa que con el impacto de las olas generan fuertes estruendos pudiéndose escuchar desde muy lejos.
Cueva de Cualventi: Fue descubierta en el siglo XIX y fue publicada en 1877 con el nombre de Cueva de Oreña o Royales por Augusto González de Linares y J. Calderón. Las primeras excavaciones se realizaron en el año 1976. En aquella y sucesivas campañas arqueológicas se ido descubriendo restos que van desde la Prehistoria a la Edad Media. Entre los hallazgos más llamativos se cuenta un bastón de mando decorado con el perfil de un ciervo así como diversos testimonios de arte paleolítico. En 1985 fue declarada como Bien de Interés Cultural.

Caborredondo

La cueva de Cualventi (Oreña-Caborredondo) fue identificada en el siglo XIX y fue publicada en 1877 con el nombre de Cueva de Oreña o Royales por Augusto González de Linares y J. Calderón. Las primeras excavaciones se realizaron en 1976. En aquella y sucesivas campañas arqueológicas se ido descubriendo restos que van desde la Prehistoria a la Edad Media. Entre los hallazgos más llamativos se cuenta un bastón de mando decorado con el perfil de un ciervo así como diversos testimonios de arte paleolítico localizados en una sala del interior. Fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 1985.

Cigüenza

Históricamente Alfoz de Lloredo se ha basado en la ganadería, industria y minería como métodos de subsistencia, pero actualmente el turismo y los servicios han formado parte esencial en la estructura económica.
Sus paisajes, monumentos y gentes significan un atractivo singular para los visitantes que han encontrado en Alfoz de Lloredo un territorio óptimo para sus vacaciones, el elevado número de casas rurales y alojamientos así como la calidad del servicio ha supuesto un sello de identidad para quienes nos visitan.
La enorme influencia romana en el municipio ha dejado restos de gran importancia ya que fue (y es) sitio de paso para los peregrinos, además de núcleo de comunicación para los romanos, prueba de ello es la “via Agrippa”. En todos los pueblos del municipio podemos encontrar arquitectura singular, San Martín en Cigüenza, conjunto religioso en Cóbreces y un número importantísimo de casonas y palacios.

Cobreces

La Abadía Cisterciense (Albergue para el Peregrinos) cuenta con una de las mejores y más antigüas bibliotecas de España.
Cóbreces es un conocido pueblo de la costa cantábrica, y en él podemos admirar sus esbeltas torres que escalonadamente parecen trepar la colina sobre la que se asienta el caserío. Se trata de un importante conjunto de arquitectura neogótica construido a principios de siglo.
En el cementerio, puede verse su primitiva iglesia de los siglos XV-XVI. También es reseñable la ermita de Santa Ana, del XVIII, con fachada posterior neogótica, que encierra retablo con una interesante imagineria.
Dentro de la arquitectura civil, cabe destacar el Casal de Cóbreces, casa solariega del siglo XVIII con capilla.

La Iglesia

El inicio de la ocupación humana en Ruiloba se remonta a la Prehistoria, pues en las cuevas naturales existentes en la zona se han hallado vestigios que así lo corroboran. De esta forma, en la cueva de Concha, también conocida como cueva de Tijeras, Alcalde del Río descubrió a principios del siglo XX niveles paleolíticos sellados por un conchero austeriense. Estos hallazgos confirman que durante la etapa prehistórica estas cuevas pudieron servir de cobijo para los grupos paleolíticos.
En el periodo romano, la hipotética vía de Agripa, que recorrería la costa a lo largo de toda la región, atravesaría también este municipio, que, además, pudo ser lugar de paso desde las minas de Ruiseñada, en Comillas, hasta el Portus Blendium (Suances).
Este municipio, que recibe su nombre por la denominación fluvial ‘Río de Loba’, perteneció en la Edad Media al valle de Alfoz de Lloredo, uno de los de la Merindad de las Asturias de Santillana. La referencia documental más antigua de este territorio data del siglo XII y se refiere a una donación a la Abadía de Santillana de una herencia de varias posesiones localizadas ‘in Rio de Loba’.

Comillas

Durante la Edad Media, la villa de Comillas fue conocida como la villa de los Arzobispos, ya que en su municipio nacieron numerosos que ejercieron su labor en las colonias de Latinoamérica.
La actividad pescadora de sus barcos era la mayor fuente de ingresos durante esos siglos. El descubrimiento y posterior explotación de las minas de calamina en 1852, y un turismo estival que continúa hasta nuestros días supuso un aumento de la población que se comenzó a articular a partir de la plaza de la Villa.
Con las aportaciones de los Marqueses de Comillas y una serie de importantes arquitectos catalanes como Gaudí, la villa se convierte en un ejemplo de modernismo, del que hoy podemos contemplar muchos ejemplos como el Capricho.