Apostol

Camino Portugués por la Costa

Etapa

8

Monumentos

Ramallosa

Puente románico da Ramallosa

Aunque se le llame puente romano realmente es del siglo XIII y fue mandado construir por el obispo de Tui. También se le conoce como puente de San Pedro Telmo. Conserva su aspecto medieval plenamente a pesar de su remodelación del año 1926. Este puente conserva una tradición o leyenda: Cuenta la leyenda que las mujeres que no podían tener hijos pedían al primer hombre que pasase por el puente que les vertiese agua del río sobre el vientre. Si el hombre aceptaba se convertía en el padrino de la criatura recién nacida.

Nigran

Capilla de las Angustias

La capilla de Las Angustias es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura religiosa barroca del ayuntamiento de Nigrán. Templo de una sola nave de planta rectangular con ábside también rectangular y sacristía arrimada en el lado sur. Del exterior tenemos que destacar su fachada occidental y la torre del campanario. Las fachadas enmarcadas por pilastras con capitel dórico y base, finalizadas en pináculos de bola. La puerta de la fachada principal está precedida por una escalera de cuatro escalones, decorada con molduras acodadas y enmarcada en sendas pilastras que sostienen una moldura toral en la que se apoya el frontispicio,abierto en el centro, con pináculos apilastrados. En medio de estos tenemos una hornacina moldurada, de arco de medio punto, con venera que acoge una Piedad. Enmarcando la hornacina dos pilastras, que sostienen la cornisa, en la que se apoyan dos pináculos apilastrados y en medio una pequeña ventana. Coronando la fachada una cruz central y dos pináculos de bola.

Capilla y crucero de San Campio

La Capilla de San Campio es una sobria obra de estilo neoclásico, erigida durante la primera mitad del s. XIX. Dividida en 3 cuerpos, la nave principal, el presbiterio y la sacristía. La cubierta es una sencilla estructura de madera a dos aguas, en la nave principal, y de cuatro en el presbiterio. De la fachada principal destaca su sencilla espadaña y, en la sur, un magnífico mural de azulejos donde se observa la figura de San Telmo, rememorando su presencia en estas tierras. El presbiterio, separado de la nave por un amplio arco triunfal de medio punto sustentado en sendas pilastras, acoge un sencillo retablo de inspiración barroca.

El emplazamiento actual de la capilla y del crucero no es el original, ya que sufrieron varios traslados. En 1865 tuvo que trasladarse por la construcción de la carretera que conducía a Vigo. En el 1925 volvió a mover, a su posición actual, con motivo de la construcción del tranvía.

La devoción por San Campio está muy extendida por Galicia. Fue un soldado romano, que padeció martirio, con su familia, por negarse a abjurar de su fe cristiana, en los tiempos de los emperadores Diocleciano y Maximiliano, allá por el año 306. Por esta razón se convirtió en el patrón de los chicos que iban al servicio militar, encomendándose a él para salir bien parados de su “aventura”.

Es de destacar el magnífico crucero que data del tercio final del s. XIX. Se asienta sobre una plataforma de tres escalones de forma octogonal con una arca de ánimas en una de sus caras, en las otras se adorna con los elementos de la Pasión (lanza, tenazas, látego, corona de espinas, clavos…). La parte inferior del fuste está decorada con elementos vegetales y sobre él una hermosa muestra de capitel mixto de hojas de acanto corintio y volutas jónicas.

Templo Votivo do Mar

Esta iglesia es sin duda uno de los ejemplos más sobresalientes de la obra del arquitecto porriñés Antonio Palacios (1874-1945) en el Val Miñor. Ante la falta de espacio en el antiguo templo parroquial, del que actualmente conservamos su magnífico arco de herradura, se proyecta en 1932 la construcción de un nuevo templo, completándose la obra en 1937. Estamos ante una propuesta de carácter regionalista que tanto aglutina tradiciones constructivas tradicionales, como incorpora elementos propios de la arquitectura románica.

De planta de cruz latina con una sola nave y el campanario arrimado a los pies de la iglesia. El ábside es poligonal y el crucero se finaliza con un cimborrio coronado por una magestuosa cúpula de nervios de planta octogonal. La nave principal está recubierta con una bóveda, segmentada por arcos fajones apuntados, decorada con mosaicos.

Cabe destacar los mosaicos que decoran los tres tramos de la bóveda de la nave principal, la cúpula y el ábside. Fueron realizados por el constructor don José Mogines, a partir de los diseños de Palacios, empleando sobras de los azulejos. En la nave principal tenemos consecutivamente: la Anunciación, la Coronación y la Virgen del Carmen; en el centro de la cúpula el Espíritu Santo y repartidos entre los nervios, ángeles sosteniendo el cielo y ángeles músicos; en las pendientes, los símbolos de los cuatro evangelistas. En las bóvedas de las naves laterales, escenas de la vida de San Telmo y de San Juan Bautista, patrón de la parroquia. En el ábside, una hermosa escena de la Trinidad con el Cristo en Majestad ( Pantocrátor), santos de devoción y una curiosa representación de la arribada de la carabela Pinta a Baiona.

Arco Visigótico

Se trata de una de las escasas manifestaciones del arte germánico en Galicia, sin semejanza en muchos km. a la redonda. Formaba parte de la desaparecida iglesia parroquial de San Xoán de Panxón, y pasó desapercibida hasta 1926. Daba entrada al presbiterio del antiguo templo de planta basilical. Magnífico arco de herradura, asentado sobre dos columnas lisas finalizadas en sendos capiteles de orden corintia. Al margen del arco, podemos observar parte de la cabecera del antiguo templo y una tapa de sarcófago (lauda) decorada, también de tradición germánica.

El arco, compuesto por 21 dovelas de diferentes tamaños, pero de aspecto equilibrado, se sustenta sobre dos columnas de fuste liso y capiteles de inspiración corintia, con dos hileras de hojas de acanto y volutas incipientes. Aunque en la actualidad no se pueden observar, los fustes están asentados en sendas basas que, según la información disponible, serían capiteles similares a los mencionados, pero invertidos. Originalmente el arco estaba sustentado por dos pares de columnas por cada lado, como aún se puede comprobar actualmente.

Por su aspecto y técnica de ejecución se puede asegurar que su factura es germánica, descartándose que fueran reaprovechados de una construcción romana anterior.

En 1963 se identificó, formando parte de un muro próximo, un laude, o tapa de sarcófago, con decoración de tipo estola, que posteriormente se trasladó al ábside del templo. Las características de la decoración invitan a situarla en el período suevo (s. V-VII).

Panxón Romano

El origen del actual asentamiento de Panxón, se remonta a la Cultura Castreña, anterior al período romano, de la que podemos observar su magnífico castro insular. En el período romano la importancia de Panxón se acrecentó derivado de la importancia comercial de su puerto. Tenemos magníficos ejemplos en el altar (ara), recuperado en esta misma playa de la Madorra, dedicado a Mercurio, o en la factoría de cerámica exhumada en esa misma calle. Esto fomentó un importante desarrollo urbanístico, que tiene su mejor expresión en el magnífico mosaico de temática marina, recuperado a comienzos del s. XX.

En Nigrán tenemos palpables muestras de este período: castros de Chandebrito y Priegue, y sobre todo en Panxón.

El Castro de Panxón, muy desfigurado, se sitúa sobre una pequeña península costera. Sabemos que las poblaciones de estos castros costeros mantuvieron, ya desde antiguo, repetidos contactos con los comerciantes del Mediterráneo ( fenicios principalmente), al igual que con otros castros semejantes, bien próximos, como lo de la Isla de Toralla o lo que, en la actualidad, ocupa el Museo del Mar. Esto implicaría una gran antigüedad en el poboamento de este castro que se podría llevar más allá del s. V la. C. y su ocupación prosiguió hasta bien avanzado el período romano.

Iglesia parroquial de San Fiz

Formando parte del Camino Portugués por la Costa, a su paso por la localidad de Nigrán, encontramos la iglesia parroquial de San Fiz (San Félix)que data del siglo XVIII. Es un templo de cruz latina al que se le añadió posteriormente la sacristía.

En su fachada destaca en el centro de un tímpano, la imágen de San Miguel.

Dentro del recinto y rodeando todo el edificio, como si un camino en piedra se tratase, se encuentran lápidas grabadas en las cuales aún a día de hoy se pueden distinguir el nombre de sus propietarios. Nos llama poderosamente la atención la de un relojero que en la cruz de la lápida le han puesto la esfera de un reloj de agujas, realmente singular.

En su interior destaca el gran retablo de 1744 en forma de arco en el altar mayor, y en las capillas sur y norte las imágenes de las vírgenes del Carmen, del Rosario y San Antonio.

Priegue

Petroglifo de las Requeixadas

En un momento, aun sin precisar, las gentes de los períodos del Calcolítico (Edad del Cobre) y de la Edad de Bronce, por motivos que también desconocemos, “decoran” las superficies graníticas con complejas agrupaciones de signos y figuras, conocidas como petroglifos. Con una variada temática, que va desde representaciones de animales (ciervos, caballos,…) y armas, hasta los más comunes, de temática abstracta como la que aquí tenemos. En este petroglifo podemos contemplar numerosas agrupaciones de círculos concéntricos de diferente tamaño, asociadas a variados conjuntos de puntos o “ coviñas”.

El área que se extiende entre los ayuntamientos de Vigo y Nigrán, alrededor del monte Maúxo, esconde una gran densidad de restos arqueológicos de nuestra prehistoria. En la parte alta de la parroquia de Priegue se conocen 36 grupos de petroglifos, la mámoa citada anteriormente, así como tres castros.

En este paraje podemos encontrar una variada panoplia de grabados de tipología abstracta, principalmente grupos de circos concéntricos, las omnipresentes “ coviñas”, así como abundantes muestras de molinos rupestres de soporte fijo. En el amplio conjunto destaca este petroglifo, tanto por la cantidad como por la calidad de sus grabados que se distribuyen sobre la losa granítica, con ligera pendiente hacia el S., en una superficie aproximada de 6 m2. Se contabilizan hasta dieciocho combinaciones circulares de diferentes formas y tamaños, asociadas con curiosas agrupaciones de coviñas y microcoviñas. Entre los círculos concéntricos destaca uno de cuatro sortijas con coviña central y surco de salida y medio metro de diámetro, que domina la composición.

La Mámoa de las Requeixadas

Se trata de un enterramiento colectivo, que se puede datar en más de 5000 años. Bajo este montón de tierra, de forma semiesférica, se oculta una cámara magnífica (dolmen) compuesta por losas imbricadas, que definen un espacio de forma poligonal, recubierta de otra/ s losa/ s en forma de tapa. Los cuerpos inhumados se acompañaban de verdaderos ajuares funerarios, compuestos tanto por elementos domésticos (recipientes cerámicos, hachas de piedra…) como por diversos adornos.

Las mámoas son las primeras muestras de arquitectura monumental que tenemos sobre el paisaje gallego. Se empezaron a erigir hay algo más de 6.000 años con la llegada de la agricultura, en el período conocido como Neolítico. Se trata de enterramientos colectivos de morfología exterior aparentemente sencilla, en el que se observa un montículo semiesférico que sobresale del entorno ( túmulo) y que esconde en su interior una cámara funeraria (dolmen) compuesta por un número variable de losas pétreas ( ortostatos) que delimitan un espacio, generalmente de planta geométrica, que, eventualmente, puede contar con un corredor de acceso. En el interior de la cámara funeraria era donde se depositaban las inhumaciones, acompañadas de menajes funerarios (recipientes de cerámica, hachas pulidas, flechas, adornos y, en momentos más tardíos, algún objeto metálico de cobre, plata u oro).

En la mayor parte de los casos, el túmulo está recubierto de una coraza lítica, seguramente construida con la finalidad de consolidar y adornar la estructura final. También es común que las paredes de las cámaras estén “decoradas” con pinturas y/o grabados de temática geométrica (líneas onduladas o mordiscos, puntos…) o, más excepcionalmente, con representaciones esquemáticas de figuras humanas o de animales. Suelen encontrarse en grupos a modo de verdaderas necrópolis, en lugares llanos, a cierta altura y con amplio control visual.

Vigo

Pazo de San Roque

El Pazo de San Roque, uno de los pazos más antiguos de Vigo, se construyó a finales del siglo XVII, y durante años vivió en él la familia Méndez de Sotomayor. Desde 1925 pertenece a la entidad bancaria ABanca, y aunque el edificio principal está normalmente cerrado al público, abre sus puertas en ocasiones señaladas, como las Fiestas de San Roque (16 de agosto) y el acceso a los jardines es público durante todo el año.

Merece la pena la visita a la finca. La fachada del pazo, con blasones y espadaña en la capilla, es realmente hermosa.

Puente Medieval de Sárdoma

El puente medieval de Sárdoma es una de las joyas de arquitectura civil de Vigo: en uso al menos desde el siglo XII (se cree que se erigió sobre un antiguo puente romano), es un secreto también para muchos vigueses. Merece la pena descubrirlo, ya que, además, el entorno en el que se ubica es realmente hermoso.

El puente de Sárdoma se construyó para cruzar el río Lagares por el este, y está muy cerca de un antiguo pazo, culpable, según la tradición, de que se asfaltase el puente para acceder con más facilidad al inmueble. Afortunadamente, la capa de asfalto desapareció y este puente de 10 m de largo, con dos arcos de medio punto, sigue estando en uso tras siglos y siglos sobre el río.

La Casa de Correos y Telégrafos

Edificio de estilo ecléctico de sobrio clasicismo. Destaca en él su simetría con dos fachadas laterales similares, enlazadas por un chaflán acabado con un cuerpo más elevado. En las fachadas, Manuel Gómez Román emplea un esquema clasicista con una base perforada con huecos, que iluminan el sótano, pilastras gigantes y un cuerpo de remate en la última planta que actúa de entablamento.

En el tramo central del edificio, destacan las ventanas enmarcadas por pilastras y molduras planas de granito de estilo neobarroco.

En cuanto al último piso, hay que decir que sufrió un cambio en relación con el proyecto inicial cuando, en la última remodelación del edificio, fueron pintadas de ocre las paredes.

El elemento más destacado es el chaflán en el que se sitúa el acceso principal; en él hay una gran superficie acristalada con la que se ilumina el vestíbulo principal y las dependencias superiores.

El 1 de marzo de 1930 comenzaron a funcionar los servicios de Correos y Telégrafos en este edificio, en el que siguen actualmente.

Antiguo Banco de España (Casa das Artes)

Esta nueva sede de la sucursal del Banco de España vino a sustituir a la antigua de la calle Oporto (edificio del antiguo Rectorado).

El proyecto definitivo, de Romualdo de Madariaga, se firma en 1938 y presenta algunos cambios en relación con el anterior, diseñado antes de 1936, al tener que suprimirse el carácter neobarroco del acceso principal y otros detalles decorativos, para darle una nueva imagen de sobriedad y austeridad.

En él podemos destacar el acceso principal, decorado con dos relieves de figuras humanas situados sobre las pilastras laterales del chaflán y, en el interior, el amplio patio central iluminado a través de una vidriera y la disposición de las oficinas situadas en círculo sobre el propio patio.

El Teatro Cine Fraga

El edificio tiene carácter regionalista aunque recoge elementos decorativos de la arquitectura histórica gallega, como se puede observar en la galería superior de arcos enlazados -influencia de la fachada del Tesoro del claustro de la Catedral de Santiago- o en la composición y decoración de los vanos de la balconada de la calle Uruguay -similares a los del Hostal de los Reyes Católicos, también en Santiago-, además de elementos barrocos.

Fue diseñado para albergar un teatro y un cine de 1758 localidades, una sala de fiestas, un salón de té y oficinas de alquiler.

La estructura interna es de hormigón y los muros de granito del país, dejando la piedra de más calidad para los elementos decorativos.

Cabe destacar también el gran pórtico partido de formas rectangulares y decoración neobarroca, de la fachada de la calle Uruguay, por el que se accede al interior.

Monasterio de la Visitación de las Salesas Reales

El monasterio de la Visitación de las Salesas Reales fue proyectado en 1942 por el arquitecto Antonio Palacios. Está situado en el barrio de la Calzada de Teis, próximo a la calle Sanjurjo Badía.

El edificio es de estilo regionalista, con un cierto aire medieval, en el que se emplean los sistemas constructivos tradicionales gallegos. Antonio Palacios refleja en el su experiencia constructiva, ya que es autor también de otras edificaciones emblemáticas como el templo Votivo del Mar -en la localidad cercana de Panjón- o la actual sede del Ayuntamiento de Porriño, aunque en este caso presenta una mayor monumentalidad.

El proyecto inicial constaba de un gran patio en torno al cual se disponían varios pabellones, completándose el conjunto con una monumental iglesia que fue bendecida en 1945, aunque finalmente sólo se construyó el primer pabellón.

El material constructivo empleado es el granito; esto unido a la utilización -en la fachada- de las piedras tal como salen de las canteras, sin pulir, le confiere a la fachada un aspecto rústico, reforzado con la presencia de contrafuertes en los muros exteriores. Solamente en los vanos se aprecia el trabajo de los canteros.

Concatedral o Iglesia de Santa María

Ejemplo más notable de la arquitectura neoclásica gallega.

Originariamente había otra iglesia que contaba con un cementerio, pero debido al mal estado de ésta y a que medidas legislativas recomendaban la construcción de cementerios fuera del casco urbano, se decide construir una nueva.

Hoy en día acoge la imagen del Cristo de la Victoria, de intensa devoción en la ciudad.

La planta es basilical de tres naves. La nave central es más alta que las laterales, estas últimas más estrechas y con menos luz. La separación entre las naves se hace a través de doce columnas dóricas con su correspondiente entablamiento con triglifos y metopas.

La fachada principal tiene una ornamentación sencilla, con una composición clara y simétrica. El cuerpo central termina en una amplia cornisa adornada con mútulas y perfiles rectos, coronado el conjunto por un frontón triangular. Los cuerpos laterales están coronados por dos torres gemelas, más barrocas que el resto de la edificación.

Cabe destacar el Reloj de Sol, situado en la fachada del lado derecho, colocado en 1837 obra del escultor Juan Agustín Domínguez. Éste no está orientado hacia el sur como es lo habitual, lo cuál hace que sea singular. Este tipo de relojes recibe el nombre de declinantes.

Iglesia de Santiago de Vigo

En julio de 1880 se inician los trámites para la construcción de una nueva iglesia. Cambia varias veces de ubicación, pero finalmente en 1882 se decide construirla en la calle García Barbón. Su elaboración se encarga a Manuel Felipe Quintana, quién en 1896 redacta definitivamente el proyecto.

La obra será paralizada varias veces debido a dificultades económicas, lo cual hará que el proyecto inicial, de dos torres de gran altura en la fachada principal, tenga que verse acortado restando belleza a la obra.

La iglesia tiene un corte medieval historicista; su fachada principal muestra un estilo neogótico.

El templo consta de una planta de tres naves sin crucero. La nave central muestra una amplitud mayor que las laterales, de las que se separa por arcos apuntados. Las naves laterales reciben la luz a través de vanos de arcos apuntados, mientras que la nave central recibe la luz a través de trilóbulos o pequeños rosetones de tracería, con tres lóbulos inscritos en su interior que se sitúan elevados sobre la nave. La cabecera presenta un ábside poligonal enmarcado en un rectángulo en el que se sitúan las sacristías. Tres grandes ventanas ojivales son las que iluminan el ábside, que cortan el muro verticalmente. En los pies de la iglesia, sobre el pórtico de acceso, se sitúa un coro alto.

Ermita de la Guía

La ermita está dedicada a la Virgen de A Guía y al Sagrado Corazón de Jesús.

Manuel Gómez Román fue el encargado de la construcción de la nueva iglesia, ya que la anterior se encontraba en muy mal estado de conservación.

El punto de referencia de la iglesia es una torre central. En el proyecto original ésta era mucho más grande y estaba rematada con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, pero debido a la situación económica de la hermandad se decidió restarle tamaño a ésta.

La ermita es de planta rectangular con ábside poligonal, levantada sobre una plataforma contenida con un muro recio de cachotería. En los muros exteriores se emplea el muro de cachoteria, mientras que en algunos entrepaños del templo y en los sopórtales se combina la piedra con fina cantería y lucidos blancos.

La cornisa de la fachada principal es cortada a través de una original composición de placas. La entrada principal se resalta con un frontón partido con venera central.

La Puerta del Atlántico

Este monumento es un homenaje a los emigrantes gallegos que salieron de nuestro puerto hacia América. Realizado por Silverio Rivas. Está compuesto por tres elementos complementarios por proceder los tres de un mismo bloque granítico. El principal es un arco o puerta en medio de un estanque situado en medio de la Plaza de América, el segundo está situado al principio de la Gran Vía y el último de estos elementos a principio de la avenida Castelao.

Las tres piezas fueron diseñadas, cortadas y tratadas una cantera de Porriño. La puerta, elemento principal, pesa 427 toneladas.

Monumento al pescador

Figura de piedra esculpida por Alfonso Vilar Lamelas inaugurada en 1955 y que mide 12 metros de altura. Es un homenaje a los hombres del mar.

En ella, sobre un alto pedestal de dos cuerpos, se eleva la figura de un marinero vestido con la ropa de aguas que sostiene un remo en su mano izquierda, en el frente, una mujer con un hijo y una “patela”, espera pacientemente o muestra el fruto de la pesca.

Cristo de la Victoria

Figura del escultor Sebastián Ucete. Situado en la Concatedral de Santa María, se le atribuye popularmente la victoria sobre las tropas napoleónicas que invadieron Vigo en 1809, mérito por el que fue nombrado benefactor de la ciudad.

La figura también recibe el nombre de Cristo de la Sal, pues esta era la mercancía que transportaba el mercante que la rescató del mar, cerca de las islas Cíes, después de que alguien la tirase a las aguas para evitar que cayese en manos de los piratas ingleses. El Cristo de la Victoria fue donado por Marcó del Pont, industrial catalán afincado en Vigo en la segunda mitad del XVIII.

Museo-Pazo Quiñones de León

Desde su inauguración, en 1937, el museo municipal «Quiñones de León» es un espacio emblemático de la ciudad de Vigo. En un grandioso pazo, casa típica de la aristocracia gallega, del siglo XVII y reformado en el XIX; se exponen piezas de artes decorativas de los siglos XVIII, XIX y XX (mobiliario, cerámica, porcelana, miniaturas, platería, relojes, textiles, vidrio, cristal, etc.); procedentes de adquisiciones y donaciones, principalmente de D. Policarpo Sanz.

En la planta baja se preserva el ambiente señorial de la antigua residencia de los marqueses, donantes del pazo; junto con la exposición permanente de pintura europea de los siglos XVII y XVIII (legado P. Sanz) y depósitos del Museo del Prado y del antiguo Nacional de Arte Moderna.

La arte gallega del siglo XX es la gran protagonista del museo incluso el punto de considerarse en su conjunto como la mejor colección pública en este campo. Nos andar primero y segundo se encuentran ejemplos de creación plástica gallega contemporánea: el regionalismo; la renovación de los años 30; y la definitiva incorporación de la arte gallega a las tendencias actuales, experimentada en la segunda mitad del siglo XX.

Arqueología ocupa una gran sala completamente renovada en 2006 con una exhibición permanente de materiales de Vigo y sur de la provincia de Pontevedra que abarcan cronológicamente desde el período paleolítico incluso la época romana. Destaca por su singularidad e importancia el conjunto de astillas funerarias tardorromanas.

Palacio de Congresos

El Auditorio – Pazo de Congresos » Mar de Vigo » , en pleno corazón del Puerto de Vigo, se encuentra entre los grandes astilleros y el puerto pesquero. De fondo, la Ría de Vigo y sus fieles centinelas: las Islas Cíes.

Y es que el mar de Vigo vertebra el edificio: los ojos de buey , sus formas onduladas, colores marinos… Granito, pizarra, madera y metal armoniosamente combinados por su autor, el arquitecto César Portela.

Se construyó sobre la antigua empresa pesquera «Casa Mar». Dispone de una majestuosa entrada, una sala principal para 1.500 espectadores, varias salas multiusos, cafetería y restaurante, el Hotel Carrís Beiramar 4* , una gran plaza pública y una espectacular azotea con vistas al Puerto y a la Ría.

Sus modernas instalaciones convierten a nuestra ciudad, emprendedora y cosmopolita, en el lugar perfecto para la organización y acogida de cualquier encuentro.

Ahora más que nunca, el mar, lejos de separarnos, nos une.