Medellín
Medellín es una de las poblaciones extremeñas con mayor renombre y arraigo histórico.
Los orígenes de la villa se remontan a época romana. Parece que fue fundada por el cónsul Quintus Caecilius Metellus Pius unos 79 años antes de Cristo. En honor a su fundador recibirá su primera denominación Metellinum.
Existen diversos restos de esta época, que demuestran la vitalidad romana de la zona. Restos de un puente romano, que más tarde sería sustituido por uno medieval, Villas romanas, o restos del foro aun por excavar en la falda del Castillo.
De especial interés es el Teatro romano, actualmente en excavación y dimensiones parecidas al de Mérida, y que en un primer momento ha desvelado una gran cantidad de restos, especulándose con que podría llegar a un grado de conservación similar al de Mérida. Al gran número de columnas y capiteles aparecidos, que conservan restos del estucado original, se suman varios restos de esculturas de gran calidad.
En 1243 Medellín fue ocupado a los musulmanes por el Maestre santiaguista Pedro Yáñez, quedando incluido en la jurisdicción de esta Orden. A mediados del siglo XIV la Villa aparece ya como cabeza de un importante Señorío en el que se incluían Don Benito, Guareña y otra decena de poblaciones; y a mediados del XV fue erigido en Condado en favor de Rodrigo de Portocarrero, casado con Doña Beatriz Pacheco, hija del Marqués de Villena, la cual asumió el poder a la muerte de su marido, tras encarcelar a su propio hijo, que era el heredero legítimo. De esta época data su participación como partidaria de la Beltraneja contra Isabel de Castilla, su derrota en la batalla de la Albuera de Mérida, y los posteriores arrasamientos y vicisitudes de la Villa. A partir del siglo XVI el núcleo inició un periodo de recuperación y engrandecimiento al que corresponde la mayor parte de las realizaciones que hoy conocemos. En la Guerra de la Independencia la población fue escenario de otra importante batalla, en la que los franceses culminaron la victoria ya alcanzada en Almaraz contra los españoles, aniquilando al general Cuesta.
Torrefresneda
El asentamiento poblado parece remontarse a la época prehistórica, si bien el origen concreto del enclave actual resulta difícil de establecer. Se han encontrado en sus inmediaciones vestigios de su existencia en la etapa romana y también restos visigodos aparecidos a principios de siglo. Posteriormente fue ocupada por los musulmanes, hasta que en el siglo XIII aparece ya con la denominación actual.
El núcleo urbano actual comenzó a crecer, allá por el siglo XIII, alrededor de un primitivo torreón vigía, de cuando esta zona fue tierra fronteriza con la de los moros, antes de la Conquista del Valle del Guadalquivir por Fernando III el Santo, teniendo la consideración de poblado a partir de finales del siglo XIII (son numerosas las referencias documentales a esta población a partir de esta fecha). El crecimiento y la fusión, sobre aquel torreón inicial, de las aldeas cercanas dio origen a lo que sería el casco urbano. Sus pobladores en aquellas fechas eran de procedencias muy diversas, abundando los originarios de tierras del norte. Pasa la Cañada Real Leonesa, una de las Cañadas más importantes para la trashumancia en la antigüedad, posible origen de la afluencia de pobladores del norte que bajaban con sus ganados y posteriormente se asentaban por la zona.
San Pedro de Mérida
Sus antecedentes parecen encontrarse en una basílica visigoda existente en ese punto, sobre la que más tarde se consolidó una iglesia bajo la advocación del santo que da nombre al asentamiento.
Su gentilicio es «sampedreños», siendo el familiar en el partido judicial el de «cucos».
En la basílica visigoda, fundada por el Abad Nucro, parece ser que estuvo el último rey godo D. Rodrigo, tras la batalla del Guadalete en 711, comienzo de la invasión musulmana. Desde aquí, ayudado por un monje, pasó a Portugal.
Trujillanos
El núcleo, de reducida entidad, se localiza, como Puerta del Pantano y Parque Natural de Cornalvo, en las proximidades de Mérida, en dirección a levante. Fue fundado en 1327 al amparo de la Carta Puebla otorgada por el Maestre santiaguista Vasco Rodríguez de Cornago para la repoblación del territorio.
El topónimo que nomina el lugar se hace derivar de las gentes de Trujillo que lo ocuparon inicialmente.
Mérida
La Emerita Augusta romana fue fundada en el año 25 a.C. Capital de la provincia Lusitana, su fundación era la culminación de la dominación romana de la zona y de la política de poblamientos de control de la Vía de la Plata.
En el sigo IV conoció un momento inigualable de esplendor, reflejado con precisión en las numerosas obras de carácter público y privado llevadas a cabo. La mayor parte de las manifestaciones artísticas y culturales romanas están recogidas en el Museo Nacional de Arte Romano.
Tras la caída del Imperio Romano, en el siglo V, Mérida fue ocupada por los suevos que la convirtieron en la capital de su reino. Conoce otro momento de esplendor durante el reino visigodo. En el siglo VI y por iniciativa del obispo Mausona, el cristianismo arraiga fuertemente en la zona convirtiéndose en Sede Metropolitana hasta 1190 en que ésta sea trasladada a Santiago de Compostela.
La dominación árabe por las tropas de Muza conllevará el ocaso de la ciudad. Conquistada a los musulmanes por la Orden de Santiago seguirá siendo un hito fundamental en el trazado del Camino Jacobeo en la Ruta de la Plata. La recuperación real de Mérida tendrá lugar durante el reinado de los Reyes Católicos ya que el Maestre de la Orden de Santiago D. Alfonso de Cárdenas se situará al lado de la princesa Isabel en su lucha por el trono de Castilla, frente a los partidarios de su hermanastra, la desgraciada princesa Juana, apodada la Beltraneja.
Durante los siglos XVII Y XVIII, época de Austrias y Borbones en el trono de España, se verá envuelta en continuas luchas. La invasión francesa supondrá un lamentable expolio del patrimonio histórico y artístico de Mérida. Los siglos XIX y XX han hecho de la ciudad un importante núcleo industrial y de servicios. Desde los años 80 del pasado siglo es capital autonómica.