Apostol

Camino Francés

Etapa

7

Cultura

Arcos, Los

Los Arcos es una villa medieval, fundada sobre otra de origen Romano, posiblemente surgida de una encrucijada de caminos y que, por su condición de localidad fronteriza entre Castilla y Navarra, pudo gozar de los fueros de los dos reinos.
En el testamento del Rey Teobaldo II, a finales del siglo XII, se menciona un hospital de peregrinos que él mismo sostenía. En la actualidad sólo se conserva el de Santa Brígida, que parte del siglo XV.
El edificio más sobresaliente es la magnífica iglesia de Santa María con su espléndida torre renacentista del siglo XVI que inauguró el mismísimo rey Felipe II. De su muralla medieval, únicamente se conserva el llamado Portal del Estanco y el Portal de Castilla, siendo por este último por donde salían los peregrinos al reemprender el camino.

Sansol

Sansol fue encomienda del Monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes, como su nombre atestigua.
Su iglesia parroquial, templo barroco del siglo XVII, está dedicada al Santo mártir cordobés, Zoilo, cuyas reliquias junto con las de San Félix, se guardan en el Monasterio de Carrión.

Torres Del Río

En Torres del Río nos encontramos con una de las joyas arquitectónicas del camino de Santiago español, la iglesia octogonal del Santo Sepulcro, edificio románico con unas connotaciones funerarias evidentes, cabe destacar la rica y llamativa iconografía de sus capiteles.
El tímpano de la entrada esta presidido por una cruz patriarcal, símbolo de la Orden Militar del Santo Sepulcro. La cúpula con una compleja red de nervaduras en forma de estrellas de ocho puntas denota una fuerte influencia árabe.
Notable es además en Torres del Río, la iglesia parroquial renacentista consagrada a San Andrés.
Cerca del pueblo existieron vestigios de una probable explotación agrícola romana. Existía ya antes de la invasión musulmana según refieren las crónicas, siendo reconquistada tras la toma de Monjardín, lo mismo que ocurre con otros pueblos de comarca. Tuvo un monasterio que Jimeno Galíndez lo donó a Irache. Estuvo inscrita en el partido de Los Arcos y se le reconoció el fuero de Viguera (1341) después de pagar «pechas» a don Alvar Díaz de Medrano. Dicho fuero fue confirmado años después por el rey Felipe III de Navarra

Viana

Ultima localidad de Navarra, fue fundada por Sancho VII en la frontera con Castilla, con fines evidentemente defensivos, estuvo cercada de muralla y los restos actuales de esta revelan su condición de plaza fuerte y fronteriza.
Su monumentalidad se manifiesta en la abundancia de palacios y grandes casonas, todas ellas con escudos nobiliarios.
La Iglesia de Santa María, es un edificio gótico, cuya construcción se inicio poco después de la fundación de Viana por Sancho VII «El Fuerte», en el siglo XIII y concluida en el siglo XIV. Son visibles las reformas hechas con posterioridad.
La soberbia iglesia de San Pedro del siglo XIV, que se construyó en el flanco occidental de la muralla, presenta hoy un lamentable estado.

Logroño

El peregrino hace su entrada en Logroño por el gran puente de piedra, construido sobre el caudaloso río Ebro. El actual puente, levantado a finales del siglo pasado, sustituyó al medieval, mandado construir, según refiere la crónica de Alfonso VI, por este gran Rey, uno de los mayores impulsores del Camino. De la importancia estratégica de este puente en el camino, nos da idea el hecho de que fue reparado por Santo Domingo de la Calzada y posteriormente por su ayudante y discípulo San Juan de Ortega. Llego a tener 12 arcos y tres torres defensivas Los orígenes históricos de Logroño se pierden en referencias poco fiables, el echo cierto es que fue recuperada del poder musulmán en el siglo X, por Sancho Garcés de Navarra y Ordoño II de León, a partir de cuyo momento no pasó de ser un insignificante asentamiento agrícola.
Logroño comienza a cobrar importancia a finales del siglo XI, cuando Alfonso VI, después de arrasada la población por el Cid en 1092, manda construir el famoso «puente de piedra» con intención de crear un núcleo de población capaz de defender el estratégico paso sobre el Ebro. Por esta razón le concede un ventajoso fuero.
El antiguo trazado de la ciudad constituye un rectángulo alargado y paralelo al río, con dos importantes vías de transito paralelas: la Rúa Vieja y la Rúa Mayor. Entre estas se levantó la iglesia de Santa María de Palacio en el siglo XI-XII. Es un monumento, que conserva un precioso claustro gótico y la peculiar torre piramidal de estilo románico-ojival, que los logroñeses llaman «la aguja».
Siguiendo por la Rúa Vieja se encuentra la barroca y jacobea fuente de los peregrinos y la iglesia parroquial de Santiago el Real. Según la tradición, esta se levanta sobre otra mandada edificar por Ramiro I, tras su legendaria victoria de Clavijo. Todos sus motivos ornamentales están consagrados al Apóstol, empezando por la fachada meridional, barroca, que nos presenta a Santiago en sus dos grandes versiones iconográficas: «El Matamoros», una impresionante estatua del Santo (siglo XVII) a lomos de un brioso semental, y «El Peregrino» situado debajo del anterior. El retablo mayor también está dedicado a Santiago, con una talla del siglo XV, junto a la Virgen de la Esperanza, que es la Patrona de la Ciudad.
Al final de la prolongación de la Rúa Vieja, aún se conserva la puerta muralla por donde salían los peregrinos.
Fuera del itinerario jacobeo, se encuentra la Iglesia Catedral de Santa Maria de la Redonda, gótica del siglo XV con dos esbeltas torres gemelas, que fueron añadidas posteriormente en el siglo XVIII, así como el retablo pétreo de la portada occidental.
Cerca de la catedral se encuentra la iglesia de San Bartolomé (siglos XII-XIV), que posee elementos pertenecientes al románico más puro y finalmente junto al río el convento de San Francisco.